La Ley de Fronteras reformaría las leyes de asilo de Estados Unidos, contrataría a miles de agentes fronterizos y buscaría frenar el contrabando de fentanilo, entre otras medidas, dijo el líder demócrata.
En una carta enviada el fin de semana a los senadores, el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, dijo que volvería a presentar la ley fronteriza, negociada durante meses por un republicano, un demócrata y un independiente.
La medida fue apoyada por los demócratas pero bloqueada por los republicanos en febrero, en medio de la oposición del expresidente Trump, que ha hecho de la frontera un tema central de campaña.
"Ya en enero, el expresidente instó a los republicanos del Congreso a acabar con el proyecto de ley bipartidista, diciéndole con orgullo al mundo: 'cúlpenme a mí'", dijo Schumer.
"El pueblo estadounidense no puede darse el lujo de jugar juegos de culpas partidistas. Quiere acción bipartidista para asegurar nuestra frontera", añadió.
Oposición republicana
Los líderes de la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, calificaron el proyecto de ley de motivaciones políticas.
"Si llegara a la Cámara, el proyecto de ley estaría muerto al llegar", dijeron en un comunicado el presidente de la Cámara, Mike Johnson, y otros republicanos.
Schumer se enfrenta a una ajustadísima mayoría de 51-49, con 10 republicanos y 23 demócratas candidatos a la reelección en noviembre y sus cinco miembros más vulnerables en escaños donde la inmigración es uno de los temas principales.
El proyecto de ley es el más estricto en mucho tiempo, pero probablemente no logre ni siquiera una mayoría simple, y mucho menos los 60 votos necesarios para su aprobación.
Schumer reconoció que no todos los demócratas apoyarán la ley, ya que se espera que los miembros hispanos y un puñado de progresistas se unan a todos los republicanos para votar en contra.