Los analistas pronostican una forma de continuidad, sobre todo porque este ámbito está en manos del ayatolá Jamenei y del muy opaco Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
"Podría emerger un sucesor igual de conservador y leal al sistema como Raisi", estima Ali Vaez, especialista de Irán en el International Crisis Group.
"En materia de política extranjera, el guía supremo y el cuerpo de los guardianes de la revolución islámica (el arma ideológica del régimen) mantendrán el control de las decisiones estratégicas", señaló en la red social X el analista.
Vaez prevé "más continuidad que cambios (...) en un período de incertidumbre y de desafíos importantes frente a Estados Unidos y en la región".
Farid Vahid, experto en Irán en la Fundación Jean Jaurès, explica que "Raisi estaba totalmente en fase con los Guardianes de la Revolución", lo que les "dejaba mucho margen y libertad en la región".
Con Raisi, "la toma de decisión era muy fluida porque estaba totalmente sometido al Guía Supremo", añade.
"La cuestión para los conservadores iraníes será encontrar a alguien que será elegido (...) y que no cause demasiados problemas”.
La muerte de Raisi se produjo en un momento de enormes tensiones entre Irán e Israel, con la guerra en la Franja de Gaza que estalló el 7 de octubre como telón de fondo.
La situación empeoró el 13 de abril, cuando Irán lanzó un ataque inédito contra Israel, con 350 drones y misiles, de los cuales una mayoría fueron interceptados con ayuda de Estados Unidos y otros países aliados.