El Ejército israelí afirmó en un comunicado que sus fuerzas continuaban con las operaciones al este de Bureij y en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro del enclave costero, matando a varios palestinos armados y destruyendo infraestructura militante.
Israel envió fuerzas a Rafah en mayo en lo que denominó una misión para acabar con las últimas unidades de combate intactas de Hamás tras ocho meses de guerra. Desde entonces, sus tanques se han apoderado de toda la franja fronteriza de Gaza con Egipto que discurre por Rafah hasta la costa mediterránea y han invadido varios distritos de la ciudad.
Los tanques avanzaron el domingo en dos nuevos distritos en un aparente esfuerzo por completar el cerco de todo el lado oriental de Rafah, provocando enfrentamientos con grupos armados atrincherados dirigidos por Hamás, según los residentes atrapados en sus casas.
De acuerdo con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), hasta el 5 de junio se habían marchado todos los desplazados que se habían refugiado en la zona oriental de Rafah tras huir de las ofensivas israelíes en Gaza.
El Ejército israelí dijo que tropas de su división 162 estaban realizando incursiones en algunos distritos de Rafah, donde habían localizado "numerosos pozos de túneles terroristas adicionales, morteros y (otras) armas" pertenecientes a militantes islamistas palestinos.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos de Hamás atacaron el sur de Israel y mataron a 1,194 personas, en su mayoría civiles, de acuerdo con un balance basado en datos oficiales israelíes.
Durante su asalto, los milicianos islamistas tomaron a 251 rehenes, de los cuales 116 continúan retenidos en Gaza, incluidos 41 que habrían muerto, según el ejército israelí.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató al menos a 37,084 personas en Gaza, sobre todo civiles, según el Ministerio de Salud del territorio. De acuerdo con la dependencia, se teme que haya miles de muertos sepultados bajo los escombros.
Con información de AFP y Reuters