También fue el caso de Michelle Bachelet, en Chile, y de Laura Chinchilla en Costa Rica, dijo Jennifer Piscopo, profesora de género y política en Royal Holloway, una facultad de la Universidad de Londres en entrevista con The New York Times.
Estos partidos “disfrutan de lo mejor de ambos mundos”, pues en primer lugar porque obtienen beneficios electorales de su sólida reputación antes de las elecciones, y en segundo lugar, “también pueden utilizar a las mujeres como señal de novedad o cambio para el electorado”, explicó al diario neoyorquino.
Sin embargo, el apoyo de un partido político popular no es suficiente, pues con frecuencia las mujeres elegidas presidentas, por lo menos en la región, cuentan con trayectorias mucho más impactantes que las de sus pares hombres.
Por ejemplo, Chinchilla de Costa Rica, antes de ser elegida presidenta, también rompió otro hito al convertirse en la primera mujer en encabezar el Ministerio de Seguridad de su país.
¿Cómo han sido los gobiernos encabezados por mujeres?
Las mujeres han demostrado su liderazgo al defender asuntos de igualdad de género, como la eliminación de violencia de género, licencias parentales y cuidado infantil, pensiones, leyes de igualdad de género y reformas electorales.
Un ejemplo son los gobiernos de Michelle Bachelet en Chile, quien promovió los derechos de las poblaciones más vulnerables durante sus dos mandatos. Promovió una reforma educativa y una reforma tributaria, creó el Ministerio de la Mujer y la Igualdad de Género, implantó cuotas para la participación política de las mujeres y la aprobación de la Ley de Unión Civil, que otorgaba derechos a las parejas del mismo sexo.