"Necesitamos una mayoría absoluta", dijo Le Pen ante sus simpatizantes en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte de Francia. Los franceses "han emitido un veredicto rotundo", dijo su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, desde París.
Las urnas abrieron a las 08:00 locales y cerraron a las 18:00 locales en las ciudades pequeñas, para terminar a las 20:00 locales en las más grandes, cuando se esperan los primeros sondeos a pie de urna de la noche y las proyecciones de escaños para la decisiva segunda vuelta, una semana después.
"No son unas elecciones fáciles, los resultados son muy inciertos, las repercusiones pueden ser graves para la sociedad", declaró a AFP Julien Martin, un arquitecto de 38 años en Burdeos, en el suroeste.
"Yo siempre voto, pero ahora, especialmente, porque tengo miedo del futuro", aseguró Nicole Cherprenet, una jubilada de 79 años, al votar en París.
La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la Unión Europea (UE) gobernado por esta tendencia, como Italia.
Y podría debilitar la política de apoyo a Ucrania del presidente francés, Emmanuel Macron. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Kiev, subraya que quiere evitar una escalada con Moscú.
"Vamos a ganar la mayoría absoluta", dijo Le Pen en una entrevista a un periódico el miércoles, prediciendo que su protegido, Jordan Bardella, de 28 años, sería primer ministro. Su partido tiene un programa económico de alto gasto y pretende reducir la inmigración.