El porcentaje implica que 14 millones de personas en Sudamérica salieron de la clasificación de inseguridad alimentaria en 2023, ante condiciones favorables de financiamiento agrícola, producción de granos y capacidad industrial y pese a los eventos climáticos extremos generados por el calentamiento global.
"América Latina y El Caribe es la única región que obtuvo progresos en el 2023 respecto al 2022 para alcanzar los Objetivos Globales de Desarrollo Sostenible", indicó el informe sobre hambre presentado por la FAO y que tuvo colaboración de otras cuatro agencias de las Naciones Unidas, incluyendo UNICEF.
La evaluación sobre hambre en el mundo reveló que la recuperación en América Latina tras las etapas de deterioro por el covid continuó por segundo consecutivo en 2023 al anotar una caída en la prevalencia general de desnutrición desde el 6.9% de la población en 2021 al 6.2%, un declive que favoreció a 4.3 millones de personas, según el reporte.
La agencia sostuvo que si bien los progresos son optimistas para la región, el índice PoU que mide índices de desnutrición en las poblaciones aún está bastante por encima de los niveles prepandémicos.
La prevalencia de inseguridad alimentaria moderada a severa bajó en América Latina desde el 29.6% en 2022 al 25.1% en el 2023, lo que equivale a 18.7 millones de personas menos que enfrentan este escenario, aunque las naciones del Caribe y Centroamérica vieron pocos avances o se mantuvieron sin cambios.
"Al considerar estos resultados, también es importante tener en cuenta el deterioro de la situación de inseguridad alimentaria en países afectados por crisis humanitarias", señaló el documento.