En la región rusa de Kursk, las fuerzas ucranianas tomaron el control de 28 localidades, reconoció el gobernador en funciones, Alexéi Smirnov.
De acuerdo con el funcionario, la operación ucraniana abarca una zona de 40 kilómetros de ancho y 12 kilómetros de profundidad en territorio ruso.
Al menos 12 civiles murieron y 121 resultaron heridos, "incluyendo 10 niños", en la incursión ucraniana, precisó Smirnov.
Las autoridades rusas ordenaron el lunes nuevas evacuaciones de civiles en las regiones de Kursk y Bélgorod, también fronteriza con Ucrania.
"Hasta la fecha, 121,000” personas "partieron o fueron evacuadas" de Kursk, declaró Smirnov.
Las autoridades de Bélgorod también anunciaron evacuaciones de un distrito ante la "alarmante" situación, pese a que los combates no han llegado a la región.
En Moscú, la acogida de desplazados se organiza desde hace varios días.
"Nuestro compatriotas están sufriendo", declaró a AFP Ivan, un abogado de 31 años que llevó ropa a un centro de recogida. "En momentos como este, tenemos que ser solidarios".
Daria Chistopolskaya, una partera de 28 años, fue más crítica con las autoridades: "El Estado no se preocupa lo suficiente por estas personas y la gente debería ayudarse mutuamente en estas situaciones", consideró.
En vistas a "negociaciones futuras”
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, admitió el sábado por primera vez la implicación de su país en la incursión en Rusia, indicando que esta busca "desplazar la guerra al territorio del agresor".