"En primer lugar, hemos hablado con los bancos y el regulador financiero y hemos acordado una fórmula para (...) un mecanismo que establezca un sistema de seguro contra la sequía para 7 millones de hectáreas de tierras de cultivo, teniendo en cuenta las cosechas de primavera y otoño", dijo Barbu.
"Este mecanismo garantiza una indemnización de hasta 3,000 lei (671.14 dólares) por hectárea, lo que permitirá desbloquear los préstamos a los agricultores rumanos".
No especificó cuándo se aprobaría o aplicaría el plan.
Otras medidas que dijo que el gobierno aprobaría en los próximos días incluyen el aumento de las garantías estatales para los préstamos agrícolas, la concesión de una compensación estatal de hasta 1.000 lei (223,71 dólares) por hectárea dañada antes de que se siembren los cultivos de otoño y la congelación de los reembolsos de préstamos hasta diciembre de 2025 para los agricultores con cultivos dañados.
En julio, Barbu declaró que casi 2 millones de hectáreas de maíz y oleaginosas se habían visto afectadas hasta la fecha, una cifra que algunos analistas consideraron subestimada.
"No estoy de acuerdo con las estimaciones del ministro, los daños son mayores", dijo a Reuters Cezar Gheorghe, de la consultora rumana de mercados de cereales AGRIColumn.
También dijo que medidas como la congelación de los pagos de préstamos a los agricultores afectarán a los vendedores y distribuidores de insumos.