Los restos de los rehenes fueron hallados el sábado "en un túnel subterráneo en la zona de Rafah", en el sur del territorio palestino, indicó un comunicado del ejército.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, está bajo presión y la central sindical de Israel Histadrut convocó una "huelga general" para forzar al gobierno a llegar a un acuerdo para liberar a los rehenes.
También el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, y las familias de los rehenes llamaron a un paro.
Como parte de la huelga, todos los aterrizajes y despegues del principal aeropuerto de Israel, Ben Gurion, se paralizarán a partir de las 08H00 de la mañana.
"Basta"
El Ministerio de Salud de Israel informó que los resultados de la autopsia indican que los rehenes murieron por impactos de bala a corta distancia entre el jueves y el viernes.
Un mando del movimiento islamista palestino, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que varios rehenes murieron "por disparos y bombardeos de los ocupantes israelíes" y que algunos de ellos formaban parte de la lista de la organización de personas que serían liberadas durante la primera fase, si se concreta un acuerdo para un alto el fuego.
El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que entre los cuerpos recuperados estaba el del israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin y dijo estar "devastado", pero que mantiene el optimismo sobre la posibilidad de una tregua.
Goldberg-Polin, de 23 años, fue uno de los 251 rehenes tomados por milicianos de Hamás en su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, que desató la actual guerra en Gaza.
Los otros cinco rehenes recuperados fueron identificados por el ejército israelí como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y el sargento Ori Danino.
En el funeral de su hijo Almog, Nira dijo a los asistentes que espera que ninguna otra familia tenga que pasar por lo mismo.
"Basta, ya no más. Pagamos el precio más alto. Espero que seamos los últimos. A partir de ahora, sólo un pacto para traer de vuelta a los rehenes", declaró.