Ese movimiento proiraní atribuyó el ataque a Israel y prometió represalias en su contra.
El complot parece haber estado preparándose durante muchos meses, dijeron varias fuentes a Reuters.
Los también conocidos como buscapersonas habían sido encargados al fabricante taiwanés Gold Apollo, aseguró el NYT, citando a funcionarios estadounidenses bajo anonimato "y de otros países”.
De acuerdo con algunos de los responsables, fueron manipulados por Israel antes de llegar a Líbano.
Una fuente cercana a Hezbolá, que pidió no ser identificada, dijo más temprano a la AFP que los localizadores "que explotaron corresponden a un cargamento recientemente importado (...) de 1,000 aparatos", que parecen haber sido "saboteados desde el origen”.
El NYT informó que se encargaron unos 3,000 bíperes a Gold Apollo, en su mayoría del modelo AP924.
Una fuente de seguridad libanesa identificó para la agencia Reuters una fotografía del modelo del localizador, un AP924, que al igual que otros dispositivos de este tipo recibe y muestra mensajes de texto de forma inalámbrica, pero no puede realizar llamadas telefónicas.
Los combatientes de Hezbolá han estado utilizando buscapersonas como medio de comunicación de baja tecnología en un intento de eludir la localización israelí, dijeron a Reuters este año dos fuentes familiarizadas con las operaciones del grupo.