"Todas las partes en conflicto (en Sudán) deben cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario", apunta la declaración.
La declaración conjunta evitó mencionar las acusaciones del ejército sudanés, que responsabiliza a Emiratos de apoyar a los paramilitares de las FAR, a quienes Estados Unidos acusa de crímenes de lesa humanidad y limpieza étnica en Darfur. La declaración subrayó que todas las partes en conflicto deben respetar el derecho internacional humanitario.
En el encuentro, Biden y Bin Zayed también abordaron la guerra entre Israel y Hamás, que se desató tras el ataque del grupo palestino el 7 de octubre en territorio israelí. Se espera que Emiratos desempeñe un papel clave en la reconstrucción de la Franja de Gaza una vez que finalicen los combates.
Además de las discusiones sobre los conflictos regionales, Emiratos destacó la importancia de la cooperación económica y tecnológica, con un enfoque particular en la inteligencia artificial, como parte de su estrategia para diversificar una economía históricamente dependiente del petróleo. Según Anwar Gargash, asesor presidencial de EAU, la "relación estratégica" con Estados Unidos está centrada en el crecimiento económico.
El líder emiratí se reunió por separado con la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, quien, según su equipo, le transmitió "su profunda preocupación por el conflicto en Sudán".