El intercambio más tenso ocurrió cerca del final del debate, cuando Vance —quien ha declarado que no habría votado para certificar los resultados de las elecciones de 2020— esquivó la pregunta sobre si impugnaría los resultados de este año en caso de que Trump perdiera.
Walz dijo entonces que las falsas afirmaciones de Trump sobre fraude electoral habían instigado a la turba que el 6 de enero de 2021 atacó el Capitolio de Estados Unidos en un esfuerzo infructuoso por impedir la certificación de las elecciones de 2020 de Joe Biden.
"Sigue diciendo que no perdió las elecciones", dijo Walz, antes de dirigirse a Vance. "¿Perdió las elecciones de 2020?".
Vance eludió nuevamente la pregunta, acusando a Harris de censurar opiniones contrarias en línea.
"La falta de respuesta es condenatoria", dijo Walz.
Walz, de 60 años, gobernador liberal de Minnesota y antiguo profesor de instituto, y Vance, de 40 años, autor de éxito y senador conservador por Ohio, se han presentado como dos hijos del Medio Oeste de Estados Unidos con puntos de vista profundamente opuestos sobre los problemas que afectan al país.
En lo que fue el último debate antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, cada uno de los rivales trató de asestar un golpe duradero, discutiendo sobre la crisis de Medio Oriente, la inmigración, los impuestos, el aborto, el cambio climático y la economía.
A pesar de sus diferencias, ambos parecieron decididos a exhibir la "amabilidad del Medio Oeste", agradeciéndose mutuamente incluso mientras criticaban a sus compañeros de candidatura en el tradicional papel de los candidatos a la vicepresidencia.