¿Se arriesgaría a provocar una tercera guerra?
"Israel ha tenido muchos éxitos en las últimas dos semanas, que no querría poner en peligro", dijo Alterman, del Center for Strategic and International Studies.
Sostiene que Israel tendría que elegir entre "dos instintos: asegurarse una victoria o redoblar la apuesta por una estrategia que ha estado dando resultados".
¿Qué salidas hay?
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto celebrar una reunión de emergencia el miércoles sobre Oriente Medio, pero el organismo internacional es visto como ineficaz y dividido.
Aunque el único país extranjero con capacidad potencial de incidir sobre Israel es Estados Unidos, el gobierno del presidente Joe Biden ha demostrado tener una influencia limitada.
El día después del asesinato de Nasralá, Biden reiteró el apoyo de Estados Unidos al "derecho de Israel a defenderse contra Hezbolá, Hamás, los hutíes y cualquier otro grupo terrorista respaldado por Irán".
Pero no ha tenido éxito en su presión por un alto el fuego en Gaza ni en su postura contra una ofensiva terrestre israelí en Líbano.
"Lo más probable es que el presidente Biden intervenga para negociar, pero dudo que tenga mucha influencia", dijo el analista político israelí Jordan Barkin.
Estados Unidos tampoco tiene relaciones directas con Irán, por lo que cualquier jugada diplomática para desactivar las tensiones requeriría de la participación de Europa o Oriente Medio.
"Todo dependerá de la reacción israelí y de los consejos y los esfuerzos del gobierno estadounidense, que en este momento no tiene ningún interés en involucrarse en una guerra regional", dijo Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigación sobre el mundo árabe y mediterráneo (CERMAM), con sede en Ginebra.