Las encuestas actuales reflejan una contienda extremadamente cerrada entre la candidata demócrata Kamala Harris y el candidato republicano Donald Trump, quienes compiten en un contexto de elevada polarización y donde los “third parties” carecen de oportunidades reales para influir en el resultado.
En este sentido, la estructura del sistema electoral estadounidense, particularmente el papel del Colegio Electoral, hace posible un empate técnico en las elecciones.
Dentro de cada estado, la asignación de los electores generalmente sigue un sistema de “el ganador se lleva todo”. Esto significa que el candidato que obtiene la mayoría de los votos populares en un estado se lleva todos los electores correspondientes.
De acuerdo con el análisis de distintos expertos en estadística y política, existen múltiples combinaciones en las que el mapa electoral de Estados Unidos podría resultar en un empate.
El número total de electores es de 538, un número par, lo que significa que matemáticamente sí es posible al menos un escenario de empate.
Específicamente, algunos análisis posibles casos, según el mapa interactivo de CNN, sugieren que existen entre 10 y 15 combinaciones viables de resultados donde se produciría este empate en el Colegio Electoral.
Gustavo López, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, indica que un empate en el Colegio Electoral es un evento posible, aunque improbable, dada la estructura poblacional y la asignación de delegados en cada estado.
La posibilidad de un empate depende de una serie de factores, incluyendo la lealtad de los electores hacia su partido y la composición del voto en los estados clave.
Si llegara a ocurrir un empate en el Colegio Electoral, el proceso para definir al próximo presidente se torna complejo y poco convencional. La normativa establece que el voto de los electores refleja, en su mayoría, el resultado del voto popular en cada estado, sin embargo, no es estrictamente el caso para todos los electores.
Si a pesar de la volatilidad de estos resultados aún existe una igualdad en el Colegio Electoral, la responsabilidad de elegir al presidente se transfiere a la Cámara de Representantes, donde cada estado tiene un voto único, independientemente de su tamaño o población, para decidir al próximo presidente. Simultáneamente, el Senado seleccionaría al vicepresidente.
López Montiel aclara que la intervención del Senado o la Cámara solo ocurriría si el Colegio Electoral se declara sin un resultado concluyente, y que la intervención de la Corte Suprema sería limitada. La Corte solo podría intervenir en casos de disputas legales en estados específicos, y no tiene una función directa en resolver un empate del Colegio Electoral.
De acuerdo con el académico, en el contexto de elecciones presidenciales en Estados Unidos existen tres tipos de elecciones según el enfoque que las defina: elecciones de partido, elecciones de candidato y elecciones de tema.
Por un lado, una “elección de partido” implica que la fuerza o debilidad de los partidos es determinante; por otro, una “elección de candidato” subraya el peso de las personalidades de los contendientes y, finalmente, una “elección de tema” destaca los temas de interés como factores centrales que dirigen el voto popular.
Según López Montiel, estas elecciones han adoptado la dinámica de “elección de tema”, donde las cuestiones de fondo han cobrado más relevancia que los candidatos mismos. Trump ha capitalizado en temas como la migración, que le ha proporcionado una base sólida de apoyo, mientras que Harris se ha enfocado en derechos sociales y justicia.
Sin embargo, Trump ha sido particularmente hábil en situar sus mensajes en el centro de temas polarizantes, una táctica que ha desafiado la narrativa de Harris quién ha mantenido posturas ambiguas que no ayudan a aquellos que no tienen claro por quién votar.
Por tanto, el desenlace de las elecciones dependerá de la habilidad de cada candidato para persuadir a los votantes indecisos en estas últimas semanas. López Montiel sugiere que Harris necesitará ajustar su estrategia de cara a los temas predominantes y ganar terreno en el discurso público si quiere consolidar su posición.
