En frente de ellas, la gente mira constantemente su reloj y se desespera con la lentitud del proceso. “Esto podría ser mucho más eficiente”, dice McKenzi. “Pero creo que solo hay cuatro personas para el registro de toda la gente que quiere votar”. A sus espaldas, la fila continúa alargándose y se extiende al menos 15 personas más.
Es un proceso cansado y lento, sobre todo porque consideran que su voto no cuenta igual. Washington D.C. es una de las ciudades más demócratas del país y el resultado de la elección presidencial es seguro que termine a favor de Kamala Harris. Ambas son originarias de Columbia, Missouri, un sitio que les daba la misma sensación.
“Missouri es un estado muy rojo, sabías que aunque votaras demócrata el estado no dejaría de darle sus votos electorales a los republicanos”, comenta Hailey. “Era una burbuja, como lo es Washington, vivimos en burbujas que no definen nada y la elección depende de personas en lugares que realmente no nos importan”.
La fila avanza lento y una mujer casi en la cola de la fila desiste de votar después de un rato. Según las jóvenes, un voto menos en la capital del país no es tan grave como otro en Pennsylvania, Wisconsin o Nevada, donde realmente se disputa la elección. “Deberíamos reformar esto, el voto popular debería ser la norma en este país”, se queja Hailey. “Creo que no tenemos el sistema que refleja el sentimiento de las personas y depende del humor de un puñado”.
Esperar tanto tiempo para votar se siente te como una obligación para ambas, particularmente en una elección tan cerrada como esta, y aunque siguen convencidas de que su voto “cuenta menos”, nunca pensaron en no votar.
“Estamos ansiosas por el resultado, venir nos hizo distraer un poco y el tiempo en la fila nos permitió investigar a un par de candidatos que no teníamos claros, ver sus propuestas”, añade McKenzi.
124 minutos más tarde, ambas votaron. Tardaron menos de 6 minutos en hacerlo y a la salida se aproximaron para despedirse y enfilar a casa. Con el sticker de “I Voted” en su pecho, aseguran que su plan será encender la televisión y aguardar el resultado, aunque ambas saben que también ahí la espera podría ser muy larga. “Es la temática del día”, comenta Hailey. “Esperar y esperar”.