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La derrota devastadora del Partido Demócrata… ¿qué sigue?

La reciente victoria de Donald Trump presidente ha expuesto los problemas dentro del Partido Demócrata y deja muchas incógnitas sobre el rumbo que tomará el partido y el futuro político de Harris.
jue 14 noviembre 2024 05:31 PM

El pasado 6 de noviembre, Donald Trump fue declarado oficialmente como el 47° presidente de Estados Unidos, dejando en evidencia una fractura en el Partido Demócrata que no puede ignorarse.

En el centro de esta derrota se encuentra Kamala Harris, la vicepresidenta y figura prominente cuya proyección política ahora parece incierta. Su rol como la primera mujer de ascendencia afroamericana y asiática en ocupar la vicepresidencia es indiscutiblemente histórico, pero lo que muchos denominan esta derrota como una humillación electoral, invita a cuestionar: ¿qué falló en su liderazgo y en el partido?

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¿Qué será de Kamala Harris?

El desempeño de Kamala Harris ha sido objeto de análisis y críticas desde su ascenso a la vicepresidencia.

Si bien su posición como la primera mujer, afroamericana y de ascendencia asiática en alcanzar ese cargo fue históricamente significativa, la falta de un liderazgo efectivo durante su mandato y la ausencia de una postura clara en cuanto a los temas que más preocupan a los votantes, como la economía y el empleo, contribuyeron a una pérdida de apoyo.

Para Mariana Campero, host del podcast 'Mexico Matters', uno de los principales errores del partido fue la decisión de no llevar a cabo elecciones primarias, limitando así la capacidad de Harris de obtener un respaldo electoral sólido desde la base. “El pueblo estadounidense no la eligió”, señala Campero, refiriéndose a la falta de una contienda interna que legitimara su posición como líder del partido.

De esta manera, es altamente improbable que la fiscal regrese en 2028 para una nueva elección presidencial.

Por su parte, Mercedes Baltazar, experta en reputación política, considera que Harris podría tener una oportunidad de reinvención política a nivel estatal. En su opinión, “una candidatura para la gubernatura de California en 2026 podría ser una plataforma ideal para ella" ofreciendo la estabilidad necesaria para reconstruir su carrera y evitar los desafíos que enfrenta en la arena nacional.

Ademas, destaca que “la campaña fue súper accidentada desde el inicio”, una serie de errores y desaciertos en la estrategia del Partido Demócrata que desembocaron en una derrota electoral. Según Baltazar, desde la pre-campaña, el partido no logró ofrecer una postura clara y fuerte en temas clave, lo que refleja una crisis interna grave.

El futuro del Partido Demócrata: una autopsia profunda

Más allá de los resultados inmediatos de las elecciones, la derrota pone de manifiesto la necesidad de una reflexión profunda sobre el futuro del Partido Demócrata, sobretodo, cuando se dimensiona que perdioeron frente a un perfil como Donald Trump quién contaba con casi 40 casos judiciales esperando una condena.

Pero los problemas ecónomicos ha sido un factor determinante para estas votaciones, sin importar quien era su contrincante, especialmente en las clases medias y trabajadoras.

A pesar de los avances legislativos en derechos civiles y justicia social, muchos votantes sienten que sus preocupaciones económicas no han sido adecuadamente atendidas.

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Mercedes Baltazar señala que “el partido ha fallado en comprender lo que realmente mueve a la población, especialmente cuando se trata de temas económicos como la inflación y la vivienda”.

Por su parte, Campero, también señala un error de cálculo en la forma en que el liderazgo del partido ha manejado la situación interna, especialmente bajo la dirección de figuras como Nancy Pelosi. “No pareciera que haya una rendición de cuentas real. Nancy Pelosi, por ejemplo, estuvo orquestando desde la salida de Biden, e incluso en el día de la elección seguía asegurando que tenían garantizada la victoria en la Casa de Representantes. Ahora, estamos a punto de confirmar que la Cámara se queda en manos republicanas”, explica Campero.

Además, a medida que los votantes se sienten más afectados por la inflación, la inseguridad laboral y los altos costos de vida, las políticas centradas en la equidad y la justicia social se perciben como distantes de sus preocupaciones cotidianas.

Esto ha creado un vacío en el que los republicanos, bajo el liderazgo de Donald Trump, han logrado capitalizar el descontento generalizado, atrayendo a votantes desilusionados.

La elección de 2026, conocida como "midterm" será crucial para definir el futuro del Partido Demócrata. Sin embargo, para tener una verdadera oportunidad de recuperación, los demócratas deben primero abordar la desconexión con sus votantes. Una reorganización interna es fundamental, donde figuras emergentes como Gavin Newsom, gobernador de California, y Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan podrían jugar un papel clave mientras cobran más y más relevancia pero aún tienen el reto de reconstruir la confianza de un electorado que ya no se siente representado.

Campero y Baltazar coinciden en que, para recuperar terreno, el Partido Demócrata debe centrarse en un enfoque más pragmático y menos ideológico, que se enfoque más en las preocupaciones económicas y en crear políticas tangibles para la clase trabajadora. Aunque ambas también señalan que eso no significa que el partido deba abandonar las causas humanistas que lo caracterizan a la izquierda.

El desafío será encontrar un mensaje que hable tanto a las minorías como a la clase media trabajadora, para demostrar que el Partido Demócrata es capaz de adaptarse a los tiempos cambiantes y de responder a las demandas de una sociedad diversa y en constante transformación.

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No todo esta perdido, las conquistas de estos cuatro años

A pesar del momento crítico que enfrenta el Partido Demócrata, la administración de Kamala Harris deja logros importantes en términos de diversidad e inclusión. Su posición como la primera mujer afroamericana y de ascendencia asiática en la vicepresidencia representa un avance significativo en la política estadounidense, y su trayectoria desde fiscal general de California hasta su rol como senadora y vicepresidenta ha demostrado el progreso en la representación de mujeres y comunidades de color en altos cargos del gobierno.

Además, aunque la victoria republicana marca un retroceso en la política progresista, los avances logrados en diversidad y representación ofrecen una base sólida para que el partido continúe fortaleciendo su identidad como un defensor de la inclusión en el poder político.

La reciente elección de una jefa de gabinete mujer en la administración republicana de Trump, por ejemplo, demuestra que los cambios hacia una mayor equidad de género en la política son posibles.

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