Para llevar a cabo cualquier plan sobre impuestos, Trump deberá someter su propuesta a la aprobación del Congreso y, aunque esté controlado por los republicanos, será complicado que se apruebe un desmantelamiento del impuesto sobre la renta.
Aranceles: un tema espinoso
Los aranceles a la importaciones provenientes de China y otros países, como México, son uno de los ejes de la campaña de Trump.
"Para mí 'aranceles' es una muy linda palabra", lanzó Donald Trump durante la campaña electoral que lo devolvió a la Casa Blanca.
Además de un alza de hasta 20% de los aranceles para todos los productos importados, el exmandatario que se convertirá nuevamente en presidente en enero, apunta específicamente a China, con impuestos de 60% al ingreso de sus mercaderías a Estados Unidos.
“La Constitución otorga al Congreso el poder de regular el comercio con naciones extranjeras y para estar y recolectar sus obligaciones”, indica un documento del Confesional Research Service actualizado al 15 de octubre de 2024.
Desde la década de 1930, el Congreso estadounidense ha autorizado periódicamente al presidente a negociar acuerdos comerciales y, entre otras acciones, proclamar cambios en las tasas arancelarias de los Estados Unidos, conocidas como Autoridad de Promoción Comercial (TPA).
Una TPA vigente desde 2015 y hasta julio de 2021 permitía a los presidentes proclamar cambios limitados en las tarifas arancelarias de los Estados Unidos sin más acción del Congreso, como lo hizo Trump varias veces durante su primer mandato (2017-2021), por ejemplo sobre el acero y el aluminio provenientes de China y Europa.