Por su parte, residentes como Dorit Sison, del norte de Israel, temen que un acuerdo permita a Hezbolá fortalecerse nuevamente. "En 2006 les dimos tiempo y ahora tienen túneles, cohetes y todas las municiones posibles", expresó preocupada.
Una crisis humanitaria
En paralelo, la violencia sigue cobrando un alto costo humano. El lunes, al menos 31 personas murieron en Líbano por bombardeos israelíes, según el Ministerio de Salud del país. Desde octubre de 2023, casi 3,800 personas han fallecido en el Líbano, principalmente desde la escalada de septiembre.
Del lado israelí, se registran 82 soldados y 47 civiles muertos en los últimos 13 meses. En Gaza, donde la guerra con Hamás continúa, los bombardeos israelíes han causado más de 44,000 muertes en un año.
La portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Louise Wateridge, describió las terribles condiciones en la Franja de Gaza: "La población está hurgando en la basura para encontrar comida".
Mientras las negociaciones avanzan, la región permanece atrapada en un ciclo de violencia que ha devastado comunidades enteras. Un alto al fuego, aunque incierto, podría ser el primer paso para aliviar el sufrimiento humano que esta guerra ha causado.