"Muy difícil"
"Me parece que esta es un área en la que estamos particularmente faltos de experiencia", replicó el presidente del tribunal, John Roberts, quien se preguntó si no sería conveniente dejarlo en manos de "los legisladores" de los distintos estados para evaluar sus beneficios y riesgos.
Su colega conservador Brett Kavanaugh también consideró "muy difícil" para los jueces tomar una decisión.
"Si se prohíben los tratamientos, algunos niños sufrirán porque no tendrán acceso a ellos, y si se autorizan otros sufrirán tomándolos y lamentándolo más tarde", resumió.
El tema genera polémica en el país, donde el presidente electo Donald Trump se ha comprometido a imponer una prohibición federal al acceso a estos tratamientos para menores transgénero y a restringirlo para adultos.
La legislación de Tennessee conocida como SB1 fue firmada en marzo de 2023 para proteger a los menores de procedimientos médicos "arriesgados y susceptibles de tener consecuencias a menudo irreversibles", declaró el representante del estado Matthew Rice.
Ante las objeciones planteadas por los tres jueces progresistas, negó que la ley discrimine en función del sexo.
"Si un chico pide bloqueadores de la pubertad para tratar una pubertad demasiado precoz, podrá obtenerlos, pero no utilizarlos para la transición de género", argumentó Matthew Rice, asegurando que los mismos criterios se aplican a una chica.
Los bloqueadores de la pubertad se han utilizado en adolescentes que contemplan la transición de género para retrasar la aparición de cambios físicos no deseados.
Sus defensores sostienen que el proceso puede salvar la vida de los niños que luchan con la disforia de género.
En abril la Corte Suprema permitió que una prohibición similar, en Idaho, entrara en vigor mientras continúa el proceso legal.
Según la ley de Idaho, los profesionales médicos que proporcionen tratamientos a menores, incluidos bloqueadores de la pubertad, terapia hormonal o cirugía, se exponen a hasta 10 años de prisión.
Los derechos de las personas trans, en particular si se debe permitir a las mujeres transgénero usar baños de mujeres y participar en deportes femeninos, forman parte de las "guerras culturales" entre republicanos y demócratas.