Galicia indica que los entornos laborales fueron diseñados para la productividad y no para ser compaginados con otras actividades, como la crianza, lo que complica mucho a la mujeres poder ser madres y trabajadoras al mismo tiempo, sobre todo en sociedades altamente patriarcales, como la japonesa.
Sin embargo, la OCDE señala que a través de una disminución de los nacimientos no deseados y el aumento del equilibrio público y privado entre el trabajo y la vida personal redujeron los costos de oportunidad de tener hijos.
De hecho, en algunos países de la OCDE, como Dinamarca, Noruega y Suecia, las mujeres con educación superior ahora tienen más probabilidades que las mujeres con educación inferior de tener hijo.
En Estados Unidos, las mujeres con títulos avanzados tienen tasas de fertilidad similares y tienen aproximadamente la misma probabilidad de permanecer sin hijos que aquellas sin títulos avanzados
Hay otras razones por las cuales las mujeres están decidiendo tener menos hijos. Uno es el tema climático. En varios países desarrollados, hay personas que no tienen hijos por los impactos que pueden tener para el planeta o por el miedo a las consecuencias que el calentamiento global pueda tener.
Por ejemplo, en Estados Unidos, una encuesta de Morning Consultant encontró que el 11% de los adultos sin hijos dicen que el cambio climático es una "razón importante" por la que actualmente no tienen hijos, mientras que el 15% dice que es una "razón menor”. Los adultos hispanos sin hijos son especialmente propensos a decir que el cambio climático ha tenido en cuenta sus decisiones reproductivas, con un 41%.
La economía puede ser otro factor, ya que el aumento en los costos de vida puede hacer más complicado por dar sustento a un hijo. “Es probable que los cambios en el precio de dichos bienes y servicios (cuidado infantil, vivienda, salud) cambien los resultados de fertilidad”.