Publicidad
Publicidad

Siria después de Bashar al-Assad: la guerra que no termina

La derrota de Bashar al-Assad abre un período de incertidumbre en Siria, enfrentamientos violentos y una lucha por el poder entre rebeldes.
mié 11 diciembre 2024 09:02 AM
Siria después de Bashar al-Assad: la guerra que no termina
Mujeres ondean banderas de la oposición siria desde un vehículo mientras celebran la caída del régimen de Assad en la ciudad norteña de Alepo, Siria, el 10 de diciembre de 2024. Los rebeldes islamistas tomaron la capital siria, Damasco, el 8 de diciembre en una ofensiva relámpago, destituyendo al presidente Bashar al-Assad y poniendo fin a cinco décadas de gobierno del Baaz en el país.

El sábado por la noche, en una jornada que pasará a la historia, el presidente sirio Bashar al-Assad huyó de Damasco, provocando una rápida desintegración de su régimen tras 24 años de poder. Esta huida, un giro inesperado en la guerra civil siria, deja al país de Medio Oriente en un estado de vacío de poder, sin un gobierno claro ni instituciones funcionales para gestionar el país. A pesar de la noticia de su fuga, aún no se sabe con certeza dónde se encuentra Assad, aunque diversos informes sugieren que está en territorio ruso.

Publicidad

La nueva lucha por el control territorial

Este vacío de poder, sin embargo, no ha traído consigo la calma, sino más bien una lucha entre distintas facciones que pelean por quedarse con el control de lo que queda de Siria. La alianza rebelde, encabezada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ha sido clara en su postura: no permitirán que el país se quede en manos de quienes, según ellos, han hecho tanto daño a la población.

El 5 de diciembre, los rebeldes afirmaron que tomaron la ciudad de Deir ez-Zor, en el este de Siria. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) confirmó que las fuerzas kurdas se retiraron antes de la llegada de los combatientes árabes locales, quienes se unieron a la ofensiva rebelde que comenzó el 27 de noviembre.

En una entrevista con Sky News —y de acuerdo a la AFP—, el líder de la rebelión, Abu Mohamed al Jolani, señaló que "la gente está agotada por la guerra. Así que el país no está preparado para otra y no acabará en otra". Sin embargo, los enfrentamientos armados siguen intensificándose, especialmente en las regiones del norte, donde las facciones proturcas y prokurdas continúan luchando por el control de territorios estratégicos.

Según el OSDH, al menos 218 personas, entre miembros de las fuerzas prokurdas y facciones pro-Ankara, perdieron la vida en tres días de combates en Manbij y sus alrededores. La ofensiva lanzada por grupos respaldados por Turquía permitió a estas fuerzas tomar la ciudad de Manbij y desplegarse en las regiones cercanas.

Mientras que las fuerzas prokurdas, apoyadas por Estados Unidos, mantienen sus posiciones en áreas clave para la lucha contra el Estado Islámico (ISIS), Turquía ha continuado su intervención para frenar la expansión kurda, considerándolos una amenaza directa a su seguridad nacional debido a la relación de algunos grupos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

A pesar de la posición de HTS de evitar más guerra, las tensiones continúan debido a los intereses contrapuestos en el norte del país. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, advirtió sobre la necesidad de evitar "los escenarios horribles ocurridos en Irak, Libia y Afganistán", refiriéndose a las consecuencias de la desestabilización en otras regiones de Oriente Medio

Nuevas alianzas y tensiones

ataque-israel-a-siria
Vista aérea muestra los efectos de un ataque nocturno atribuido a Israel contra el centro de investigación científica Barzeh, afiliado al Ministerio de Defensa sirio, al norte de Damasco, el 10 de diciembre de 2024. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los ataques destruyeron el centro de investigación y causaron daños a unos 10 barcos de guerra y almacenes militares en el puerto de Latakia. Los ataques ocurrieron tras la caída del gobierno del expresidente Bashar al-Assad el fin de semana, tras una avanzada rebelde relámpago.

La influencia de Rusia, que durante años fue el principal apoyo de Assad, sigue siendo fundamental. Aunque el presidente sirio ya no esté en el poder, el gobierno de Putin mantiene una fuerte presencia en Siria, tanto militar como diplomáticamente. Según el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Ryabkov, Assad y su familia siguen bajo la protección de Rusia según la AFP.

Publicidad

Esta continuidad en el apoyo ruso es clave para los intereses geopolíticos de Moscú en la región, pero también genera fricciones con otras potencias, como Estados Unidos y Turquía, que tienen sus propios intereses en el conflicto sirio.

Por su parte, la presencia de Turquía se ha intensificado en las últimas semanas. Ankara ha sostenido relaciones complicadas con las fuerzas kurdas, aliadas de Estados Unidos, pero enemigas de Turquía debido a la amenaza que suponen para la estabilidad en la región fronteriza.

La caída de Assad ha reconfigurado las dinámicas de poder en Siria y también ha dado pie a la formación de nuevas alianzas. Los actores internacionales que anteriormente apoyaban al régimen de Assad, como Rusia e Irán, ahora enfrentan la incertidumbre sobre qué rol jugarán en la reconstrucción de Siria. Aunque Moscú ha mantenido su respaldo a las fuerzas militares que aún apoyan a Assad, es posible que en el futuro busque una solución política que favorezca sus intereses, evitando que la situación se descontrole completamente.

Mientras tanto, la administración de Joe Biden en los Estados Unidos se encuentra en una situación complicada. Aunque Washington considera a Hayat Tahrir al-Sham un grupo terrorista, también reconoce la importancia de interactuar con ellos para evitar que el vacío de poder se llene de fuerzas más radicalizadas, según The New York Times. Este enfoque ha llevado a la Casa Blanca a mantener canales indirectos de comunicación con los grupos rebeldes a través de intermediarios en Turquía y otros actores regionales, como Jordania y Egipto.

Por su parte, Israel también ha aprovechado la poca estabilidad en el país, ya que ha incrementado sus ataques contra objetivos estratégicos en Siria. En los últimos días, el ejército israelí ha realizado más de 480 ataques aéreos en el país, lo que ha generado preocupaciones sobre la escalada de la violencia. "Seguimos viendo movimientos y bombardeos israelíes en territorio sirio. Esto tiene que terminar", afirmó el enviado de la ONU para Siria, Geir Pedersen.

Israel ha advertido a las nuevas autoridades sirias que responderá "enérgicamente" si permiten que Irán se restablezca en Siria o que se transfieran armas a Hezbolá, un grupo militante aliado de Teherán.

La crisis que no cesa: desplazados internos y refugiados

refugiados-y-desplazados-internos-en-siria
Foto tomada desde el lado libanés del cruce fronterizo norte de Al-Arida, mostrando a combatientes rebeldes sirios ayudando a los refugiados sirios a regresar a su país el 10 de diciembre de 2024. Tras la toma de Damasco por los rebeldes islamistas el 8 de diciembre, que derrocaron al presidente Bashar al-Assad y pusieron fin a cinco décadas de gobierno del Baaz, miles de refugiados comienzan a retornar a Siria, enfrentando un futuro incierto en medio de la devastación y la guerra.

La guerra civil en Siria ha causado una de las crisis humanitarias más graves del siglo XXI. Con más de 14 millones de personas desplazadas y un número creciente de víctimas, la situación sigue siendo desesperante. El OSDH informó que el Estado Islámico (EI), aunque ya no controla territorios, sigue activo y continúa ejecutando a soldados sirios.

Publicidad

En las zonas desérticas, el EI ejecutó a 54 soldados sirios mientras huían de la ofensiva rebelde (AFP, 2024). Además, la caída de Assad ha desatado frenéticas búsquedas para encontrar a los miles de desaparecidos en los centros de detención del régimen. Los Cascos Blancos, una organización de rescate, han instado a Rusia a presionar a las nuevas autoridades para que entreguen los mapas de las cárceles secretas y las listas de detenidos.

Además, la ayuda humanitaria se ve obstaculizada por las tensiones políticas y la falta de acceso a ciertas áreas. Las organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja, enfrentan serios obstáculos para distribuir ayuda en las zonas de conflicto debido a la presencia de milicias locales.

Con información de AFP.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad