La fuente dijo que el Gobierno había concedido la ciudadanía italiana al dirigente argentino, y no quiso dar más detalles.
La noticia en los medios de comunicación italianos provocó la reacción airada de algunos políticos y en las redes sociales de personas que protestaron por la concesión de la ciudadanía, que incluso para los hijos de inmigrantes nacidos en Italia es difícil de obtener.
Las leyes de ciudadanía italianas se basan en los lazos de sangre, lo que significa que incluso los descendientes lejanos de un ciudadano italiano pueden obtener un pasaporte italiano.
En cambio, los requisitos para los extranjeros nacidos en Italia o que emigran a este país son mucho más estrictos. Los grupos proinmigrantes han propuesto un referéndum para suavizarlos, pero la coalición de derechas de Meloni se opone a cualquier relajación.
Riccardo Magi, legislador del pequeño partido de la oposición +Europa, dijo que conceder la ciudadanía a Milei era un acto de "discriminación intolerable contra tantos jóvenes que sólo la obtendrán después de muchos años".
Durante un viaje anterior a Italia en febrero, Milei dijo en una entrevista televisiva que se sentía "italiano al 75%", ya que tres de sus abuelos tenían orígenes italianos.
El libertario Milei y la conservadora Meloni han establecido una estrecha relación. Cuando se reunieron en Buenos Aires el mes pasado, el líder argentino regaló a su invitada italiana una estatuilla en la que aparecía él mismo blandiendo su característica motosierra.