“El socialismo es una enfermedad del hombre”, dijo Milei casi arrancando un discurso ahogado por aplausos y voces de la audiencia. “El derecho a la vida, la propiedad y la libertad es inclaudicable”.
El mensaje de Milei no varió mucho de lo que suele repetir en foros globales: la lucha contra el estado grande, las reformas que en un año han movido algunas variables económicas y el desprecio a la política tradicional.
“Los políticos tienen como primer mandato mantenerse en el poder a cualquier costo”, dijo. “Las mayorías silenciosas están despertando”.
Desde su llegada al salón de un hotel en el corazón de Washington DC, donde se llevó a cabo el evento, decenas de personas se abalanzaron para tomarse una foto, estrechar su mano o sólo verlo de cerca. La comunidad hispana que apoya a Trump tiene encumbrado a Milei como una figura que en el otro extremo del continente lleva a cabo lo que en Estados Unidos se pretende, al menos en parte.
El argentino, ante los aplausos de la audiencia, los arengó a “achicar el Estado”. “Reformar al Estado implica devolver lo que se le ha quitado a la ciudadanía”, agregó.
Vivek Ramaswamy, quien junto con el magnate Elon Musk serán los encargados de reducir drásticamente la burocracia de Estados Unidos con Argentina como ejemplo, presentó a Milei ante la audiencia, lo que reforzó el mensaje a favor de una reducción del Estado.
“El único Estado aceptable es el más chico”, afirmó. “La desregulación es el único camino exitoso, es el camino de la motosierra”.
Antes de terminar, Milei recordó que aún quedan más de 3,200 reformas pendientes en su país para hacer de Argentina la nación más libre del mundo.
“No consensuamos con el enemigo”, sentenció. “No puede haber acuerdo entre el bien y el mal, no se puede negociar una reforma con quienes viven de conservar sus privilegios”
Milei es uno de los pocos jefes de Estado invitados personalmente por Trump para su inauguración del lunes. Además, se espera que Argentina anuncie inversiones estadounidenses derivadas de la relación personal que los mandatarios han desarrollado.
Desde luego, Milei discurso cerró como los miles de asistentes al baile esperaban: “¡Viva la libertad, carajo!”.