En palabras de Yair Lapid, jefe de la oposición, durante una sesión del Parlamento israelí: “El gobierno hizo ayer todo lo posible para enterrar esta comisión de investigación". Lapid añadió que el ejecutivo no quería que se conociera la verdad detrás de los hechos: “No quieren que sepamos que el primer ministro [Benjamin Netanyahu] vio las recomendaciones de los servicios de inteligencia y no hizo nada al respecto. No quieren que recordemos que su política era fortalecer a Hamás”, dijo en referencia a las decisiones previas al ataque.
De acuerdo con un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes, el ataque de Hamás cobró la vida de 1,210 personas en Israel, en su mayoría civiles, incluyendo a los rehenes que fueron asesinados mientras estaban cautivos.
Junto a varias organizaciones no gubernamentales (ONG), los familiares de los rehenes exigen la creación de una comisión nacional de investigación para esclarecer los hechos del 7 de octubre. El 11 de septiembre, la Corte Suprema de Israel ordenó al gobierno reunirse en un plazo de 60 días para discutir la posibilidad de crear este organismo. Sin embargo, la reunión del domingo no dio como resultado ninguna decisión concreta.
Por su parte, el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, expresó este lunes su apoyo a una investigación sobre los sucesos del 7 de octubre. No obstante, también subrayó que no confiaría en el Tribunal Supremo para llevar a cabo dicha investigación, y recalcó que “en plena guerra, no es el momento adecuado para realizar una investigación”.
Mientras tanto, la ofensiva militar israelí en Gaza ha dejado al menos 48,208 muertos, en su mayoría civiles, según las cifras del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, las cuales son consideradas confiables por la ONU.