A pesar de contar con una amenaza en común, el exprimer ministro, Justin Trudeau, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tomaron acciones unilaterales para enfrentar a Trump.
“A lo largo de estos dos meses, México y Canadá, adoptaron repuestas de manera aislada ante los embates de Donald Trump, que también han sido muy desiguales”, dice Horacio Vives Siegl, profesor de Ciencias Políticas del ITAM.
Vives recuerda que la manera en la que Sheinbaum y Carney llegaron al poder en sus países también es muy distinta, pues Sheinbaum ganó con un importante margen de maniobra y un Congreso favorable a sus iniciativas, mientras que Carney, aunque arrasó en la elección del Partido Liberal, debe enfrentar en las urnas al Partido Conservador para afianzar su liderazgo.
Para el especialista, la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) el próximo año será un momento clave para que Ottawa y México hagan un equipo y actuen de manera conjunta en defensa de sus intereses.
El nivel de cooperación entre los gobiernos de Canadá y México también depende de la situación en Canadá. Carney tiene que enfrentar los aumentos en el costo de vida y la gestión migratoria como prioridades de su gobierno.
“La parte interna política electoral es crucial para entender qué tanto puede ser un jugador que colabore o no con México”, dijo Vives. “No vemos una cercanía de acciones y declaraciones conjuntas para enfrentar a Trump, a diferencia de lo que hemos visto en la Unión Europea”.