Además, el gobierno de Trump también puede exigir una mayor exigencia en los puertos mexicanos, pues estos son los puntos de llegada de los precursores del fentanilo provenientes de China.
Tanto López como Gallegos indican que el gobierno mexicano debe evitar caer en una lógica de corto plazo, y exigir al gobierno de Trump una agenda de cooperación más estructurada.
En cuanto el tema migratorio, el gobierno de Trump apuesta por la imposición de barreras físicas, como el muro, cuya construcción continuará en los próximos meses, y legales, por ejemplo, la reimposición del Título 42, una medida tomada en pandemia para detener la migración, y la deportación de los migrantes.
“Váyanse ahora. De lo contrario los cazaremos, los arrestaremos y podrían terminar en esta prisión salvadoreña”, dijo Noem el miércoles en un video grabado desde el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde la administración Trump ha enviado a decenas de migrantes presuntamente miembros de la organización criminal Tren de Aragua.
Gallegos indica que este tipo de política demostró que es ineficaz para tener un control migratorio sostenible, por lo que propone otras medidas para trabajar de manera binacional, como la creación de corredores migratorios laborales temporales, sistemas de asilo regional compartido —no centralizados ni improvisados— y la inversión directa en residencia comunitaria en las regiones expulsoras de migrantes.