Sunita Williams, astronauta de la NASA que estuvo varada durante nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), aseguró el lunes que nunca dudó de que regresaría a la Tierra, a pesar de las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien acusó a su antecesor, Joe Biden, de haber planeado dejarlos en el espacio.
Sunita Williams niega que fue abandonada en el espacio, como dijo Trump

Williams y su colega Barry "Butch" Wilmore regresaron el 18 de marzo tras haber pasado casi un año en la EEI. Amerizaron en la costa de Florida a bordo de la nave Dragon de SpaceX, compañía propiedad del multimillonario Elon Musk, actual asesor del presidente Trump.
En una conferencia de prensa en el Centro Espacial de Houston, Williams fue clara al respecto: "Íbamos a volver, y creo que la gente tiene que saber que volvimos para compartir nuestra historia".
En febrero, Trump, afirmó que la administración Biden había considerado "dejarlos en el espacio" para evitar una "mala publicidad" en plena campaña electoral. Musk, por su parte, declaró que había ofrecido traer de regreso a los astronautas de manera más expedita, pero que su oferta fue rechazada por "cuestiones políticas".
Trump posteriormente aseguró que su gobierno intervino para acelerar la repatriación de los astronautas, presentándolo como un logro de su administración. Sin embargo, fuentes dentro de la NASA indicaron que el cronograma de regreso ya estaba definido antes del cambio de gobierno y que no hubo intervención directa de la Casa Blanca en los procedimientos técnicos.
Una misión con complicaciones
Williams y Wilmore partieron hacia la EEI el 5 de junio de 2024 a bordo de la nave Starliner de Boeing, en lo que se suponía sería una misión de prueba de ocho días. Sin embargo, tras detectarse problemas técnicos en la nave, la NASA decidió que volviera sin tripulación a la Tierra y reprogramó el retorno de los astronautas para febrero de 2025, esta vez en una nave de SpaceX. Finalmente, la misión se realizó en marzo, dentro del cronograma ajustado.
El desperfecto en la Starliner, que incluyó fugas en los propulsores y fallos en los sistemas de acoplamiento, obligó a la NASA a evaluar exhaustivamente la seguridad de la nave antes de autorizar el regreso de Williams y Wilmore. La agencia espacial enfatizó que la prioridad siempre fue la seguridad de la tripulación y que cualquier retraso respondió a revisiones técnicas necesarias.
En septiembre de 2024, la NASA envió a la EEI a Nick Hague y al cosmonauta Aleksandr Gorbunov en una nave con dos asientos adicionales para facilitar el eventual regreso de Williams y Wilmore. Hague, presente en la conferencia, destacó que "cuando estás operando en el espacio, no sientes la política y estás enfocado estrictamente en la misión".
A pesar de las controversias y los retrasos, el retorno de los astronautas se desarrolló conforme a los ajustes previstos por la NASA, sin evidencia de un intento de sabotaje político. La agencia espacial ha reiterado que la seguridad de sus misiones está por encima de cualquier consideración política y que continúa evaluando las condiciones para futuras misiones tripuladas con la Starliner.
"No estábamos ni cerca de estar abandonados"
Wilmore rechazó las afirmaciones de que la tripulación fue dejada a su suerte.
"En ciertos aspectos estábamos atascados, en ciertos aspectos, tal vez varados, pero según cómo lo planteaban, que nos dejaron abandonados y olvidados en órbita, no estábamos ni cerca de eso", dijo en una entrevista con Fox News.
Williams, por su parte, aseguró que regresaría al espacio sin dudarlo y agradeció el apoyo e interés internacional que hubo hacía la tripulación.
Aún con los problemas técnicos con la Starliner, Wilmore expresó su confianza en la nave: "Vamos a hacer que esto funcione".
Williams coincidió y aseguró que la NASA y Boeing están trabajando en las "pocas cosas que necesitan ser arregladas". "Es una gran nave espacial", afirmó.