La economía alemana, muy dependiente de las exportaciones, es una de las más expuestas a las consecuencias de los nuevos aranceles estadounidenses. Estados Unidos fue el mayor socio comercial de Alemania en 2024, según la oficina de estadísticas, con 253,000 millones de euros (277,000 millones de dólares) en bienes intercambiados entre ambos.
Trump, sin embargo, anuncio este miércoles que reducirá de forma los nuevos aranceles a muchos países a una tasa de 10% por 90 días. Aunque los gravámenes sobre los automóviles, el acero y el aluminio que ya están en vigor no se modificaron.
¿Cómo será el nuevo gobierno?
En el contrato de coalición de 140 páginas, los firmantes destacan los "retos históricos" a los que se enfrenta Alemania.
"La política de los próximos años determinará en gran parte si seguiremos viviendo en una Alemania libre, segura, justa y próspera", según el documento.
Según un sondeo publicado el miércoles por el instituto Ipsos, AfD lidera ahora las intenciones de voto con un 25%, casi 5 puntos más que su resultado récord en las elecciones legislativas, mientras que los conservadores se acreditan un 24%.
Merz promete un "nuevo rumbo para la política migratoria", afirmando que quiere poner fin a la inmigración ilegal y suspender la reagrupación familiar.
De acuerdo con la prensa alemana, las carteras de Economía y Relaciones Exteriores serán probablemente para los conservadores, mientras que el SPD se quedará los puestos de Finanzas y Defensa, en el que se mantendría el popular Boris Pistorius.
El gobierno de coalición tripartita de Scholz se hundió a principios de noviembre debido a las diferencias presupuestarias insalvables entre su partido, Los Verdes y el Partido Democrático Libre.
El previsible nuevo gobierno no tendrá este problema. Ante la agitación mundial, Merz consiguió sacar adelante a principios de marzo un gigantesco plan de inversiones de varios cientos de miles de millones de euros para rearmar y modernizar el país, una iniciativa aplaudida por sus homólogos europeos.
Sin embargo, el futuro jefe de gobierno está siendo muy criticado en Alemania, incluso dentro de sus propias filas, por haber reformado el "freno de la deuda", que limita la capacidad de endeudamiento del país para gastos militares y regionales, a pesar de que había prometido no tocarlo.