Las autoridades rusas liberaron a Ksenia Karelina, una bailarina de ballet nacida en Ekaterimburgo, nacionalizada estadounidense, quien residía en Los Ángeles y trabajaba en un spa. Karelina fue detenida en enero de 2023 cuando visitaba a su familia en Rusia y, meses después, un tribunal local la condenó a 12 años en una colonia penal por el delito de traición, luego de que donara 50 dólares a la organización benéfica Razom for Ukraine, con sede en Nueva York.
De acuerdo con el FSB, el tribunal concluyó que su donación equivalía a “apoyar financieramente a un Estado extranjero en un contexto de conflicto armado”, en referencia a la guerra en Ucrania. Medios estatales rusos difundieron imágenes de su liberación y embarque en el aeropuerto de Abu Dabi.
En contraparte, Washington entregó a Arthur Petrov, ciudadano ruso-alemán detenido en 2023 en Chipre por solicitud de Estados Unidos. De acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense, Petrov fue acusado de liderar una operación internacional que compraba microelectrónica de origen estadounidense y la redirigía a través de una red de empresas fantasma hacia fabricantes que abastecen al ejército ruso.
“El señor Petrov fue canjeado por la ciudadana estadounidense Ksenia Karelina, que también tiene ciudadanía rusa y fue condenada a 12 años en una colonia penal por traición en forma de ayuda financiera a un Estado extranjero”, indicó el FSB en un comunicado reproducido por medios rusos.
Por ahora, el caso de Karelina resalta las tensiones que persisten en torno al uso de cargos como traición o conspiración para justificar arrestos de ciudadanos con vínculos occidentales, mientras que el caso Petrov revela los esfuerzos de Washington por frenar el flujo de tecnología crítica hacia la maquinaria bélica rusa.
Por su parte, John Ratcliffe, director de la CIA y negociador principal por parte de Washington, agradeció a los Emiratos Árabes Unidos por su papel como intermediarios.
“Expresamos nuestra gratitud a los dirigentes de Emiratos Árabes Unidos por su ayuda”, dijo en un comunicado difundido por The Wall Street Journal, medio que fue el primero en informar sobre el acuerdo.