Entre las 155 secciones, la que versa sobre las mujeres fue la que se topó con más objeciones, con 97 votos en "contra" y 258 "a favor".
El documento final de ese encuentro sí propuso una reorganización de la formación de los curas y una mayor implicación de los laicos, también en la selección de obispos, y una mayor independencia para las conferencias episcopales.
Y también se hizo hincapié en la necesidad de intensificar la lucha contra la violencia sexual por parte de miembros del clero, mediante una mayor prevención, entre otras recomendaciones.
Proceso de implementación
El 10 de marzo, cuando aún se encontraba hospitalizado, el Papa Francisco aprobó lanzar "el proceso de acompañamiento de la fase de implementación" del Sínodo "Por una Iglesia sinodal. Comunión, participación, misión", que concluirá en octubre de 2028 en Roma, indicó el Vaticano.
Aunque la aprobación final fue ese día, "es algo que se trabaja durante meses, es un calendario que se construye durante meses", precisó la oficina de prensa del Vaticano.
En una carta enviada este sábado a los obispos del mundo, el cardenal Mario Grech anunció el inicio de la fase de implementación de las recomendaciones, que contará con una evaluación en 2027 antes de la asamblea final en 2028.
"El Santo Padre (...) está ayudando a impulsar la renovación de la Iglesia hacia un nuevo impulso misionero", dijo a periodistas del Vaticano el cardenal Grech, responsable eclesiástico del proceso de reforma. "Esta es verdaderamente una señal de esperanza".
Con información de AFP y Reuters