El otrora cardenal Robert Francis Prevost realizó su segunda aparición en el balcón de la basílica de San Pedro desde su elección el jueves como 267º sumo pontífice, con motivo de la oración Regina Coeli ante miles de fieles.
"En el dramático escenario actual de una Tercera Guerra Mundial fragmentada, como el papa Francisco ha afirmado varias veces, me dirijo también a los grandes del mundo, repitiendo el llamamiento siempre presente: ¡Nunca más la guerra!", dijo tras la oración.
"La continuidad"
Entre la multitud estaba sor Geneviève, la monja francesa que se hizo famosa en el mundo tras romper el protocolo para recogerse ante el ataúd del fallecido pontífice argentino que era su amigo.
La religiosa acogió con satisfacción el resultado del cónclave y el primer mensaje del flamante pontífice, de 69 años. "Es la continuidad de Francisco", dijo a la AFP.
Cardenales y expertos ven a León XIV en el molde de Francisco, cuya tumba visitó el sábado. Destacan su compromiso con los pobres y desfavorecidos y por poner el foco en áreas de la Iglesia lejanas a Roma.
Aunque al mismo tiempo consideran al primer papa agustino más moderado que el impulsivo jesuita argentino.
"Paz verdadera"
Pero al igual que su predecesor, León XIV hizo un llamado a la paz en Ucrania y Gaza, en su primera oración dominical.
"Llevo en el corazón los sufrimientos del amado pueblo ucraniano que se haga todo lo posible para alcanzar cuanto antes una paz verdadera, justa y duradera", señaló el papa.
El mensaje llegó poco después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, propusiera negociaciones directas con Ucrania el 15 de mayo en Estambul, una "señal positiva" para su par ucraniano, Volodimir Zelenski.
El pontífice señaló además que estaba "profundamente entristecido por lo que ha sucedido en la Franja de Gaza" y pidió un "cese al fuego inmediato", "ayuda humanitaria a la población civil" y la liberación de "todos los rehenes".