El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció una nueva fase de la guerra en Gaza que incluye una ofensiva terrestre “con toda su fuerza” y no contempla ningún escenario de alto al fuego definitivo. Durante una reunión con soldados reservistas, Netanyahu aseguró que el objetivo de esta operación es “derrotar a Hamás” y “destruir a Hamás”, el grupo palestino que gobierna la Franja de Gaza desde 2007.
Netanyahu prepara ofensiva total en Gaza y plantea expulsión masiva

“En los próximos días, iremos con toda nuestra fuerza para completar la operación. Completar la operación significa derrotar a Hamás, destruir a Hamás”, afirmó Netanyahu el lunes 6 de mayo, según su oficina.
Ese mismo día, el gobierno israelí confirmó el lanzamiento de una nueva campaña militar en Gaza, que contempla la “conquista” del enclave palestino. El ejército israelí adelantó que este operativo implicará el desplazamiento interno de “la mayoría” de la población gazatí, compuesta por más de 2 millones de personas. Las fuerzas armadas señalaron que han movilizado a “decenas de miles de reservistas” para esta fase de la guerra.
Durante su intervención, Netanyahu dejó claro que Israel no contempla cesar las hostilidades, salvo en el caso de una tregua temporal limitada a la liberación de rehenes israelíes aún retenidos por Hamás.
“No habrá situación en la que podamos detener la guerra. Podría haber una tregua temporal (para asegurar la liberación de rehenes que aún están retenidos en Gaza), pero vamos con todo”, expresó.
"Si les ofrecemos la posibilidad de irse, más de 50% se irá"
Netanyahu también se refirió a la posibilidad de que miles de palestinos abandonen Gaza de manera definitiva, y afirmó que su gobierno trabaja para facilitar esa salida.
“Hemos establecido una administración que les permitirá marcharse, pero el problema de nuestro lado se reduce a una sola cosa: necesitamos países dispuestos a acogerlos. En eso estamos trabajando actualmente”, indicó.
El primer ministro israelí afirmó que, si se les da la opción, más de la mitad de los gazatíes se irían. “Si les ofrecemos la posibilidad de irse, más del 50% se irá, e incluso creo que muchos más. Pero Hamás ya no estará”, declaró.
Estas afirmaciones reavivan las críticas sobre el posible desplazamiento forzado de población palestina y las implicaciones humanitarias y legales que conlleva. Organismos internacionales como la ONU advierten en múltiples ocasiones sobre el riesgo de una limpieza étnica encubierta y la necesidad de proteger a la población civil.
Organizaciones acusan a Reino Unido de facilitar crímenes con exportaciones militares
Mientras Israel se alista para esta nueva etapa de la guerra, el gobierno del Reino Unido enfrenta una demanda legal por permitir la exportación de componentes militares que podrían ser usados por Israel en Gaza.
Desde el martes 7 de mayo, el Tribunal Superior de Londres examina un recurso presentado por organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Oxfam y la ONG palestina Al Haq. Estas entidades buscan bloquear las exportaciones británicas de componentes que integran los aviones de combate F-35, fabricados por la empresa estadounidense Lockheed Martin y utilizados por Israel.
Amnistía Internacional considera que el Reino Unido incumple su “obligación legal de impedir un genocidio” al permitir estas exportaciones. Durante la audiencia, los abogados de las organizaciones denunciantes señalaron que el Ministerio de Comercio británico autorizó estas ventas “sabiendo que existía un riesgo claro” de que las piezas se usaran para cometer violaciones del derecho internacional.
El proceso judicial, que se desarrollará durante cuatro días, no tiene aún una fecha definida para la decisión final.
"Dejen de armar a Israel: detengan el genocidio"
El martes, alrededor de 50 personas se manifestaron frente al Tribunal Superior de Londres en apoyo a la demanda, entre ellas el exlíder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn. Los manifestantes ondearon banderas palestinas y portaron pancartas con mensajes como “Dejen de armar a Israel: Detengan el genocidio”.
Por su parte, un portavoz del gobierno británico declaró a la agencia AFP que “actualmente no es posible suspender la licencia de los componentes del F-35 para su uso por parte de Israel sin comprometer todo el programa global del F-35, debido a su papel estratégico dentro de la OTAN y las implicaciones más amplias para la paz y la seguridad internacionales”.
La misma fuente oficial añadió que “en los meses siguientes a nuestra llegada al poder, suspendimos las licencias pertinentes que podrían haber sido utilizadas por el ejército israelí para cometer o facilitar la comisión de violaciones graves del derecho internacional en Gaza”.
Las declaraciones de Netanyahu y el juicio en Londres coinciden con un momento de alta tensión internacional por la ofensiva israelí en Gaza, que ya dejó miles de víctimas y aumentó los llamados a un alto al fuego permanente. Las acciones del gobierno israelí y el rol de sus aliados internacionales están bajo creciente escrutinio legal y político.
Con información de AFP