Dos días después de que el gobierno israelí anunciara el levantamiento de un bloqueo de 11 semanas sobre la Franja de Gaza, la ayuda humanitaria sigue sin llegar a la población civil, advirtieron este miércoles funcionarios de Naciones Unidas.
Gaza sigue sin recibir ayuda pese a fin de bloqueo israelí
Aunque el ejército israelí reportó el ingreso de cinco camiones de ayuda el lunes y 93 el martes, ni hospitales, ni panaderías, ni comedores comunitarios recibieron suministros.
"Nada de esta ayuda —que es un número muy limitado de camiones— llegó a la población de Gaza", afirmó Antoine Renard, director nacional del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Un portavoz de Naciones Unidas explicó que los camiones permanecen en la zona de carga de Kerem Shalom, el principal centro logístico al suroriente del enclave, debido a que las condiciones de seguridad impiden su distribución. Sin embargo, dos comerciantes consultados por Reuters señalaron que al menos 15 camiones lograron salir hacia los almacenes del PMA en el centro de Gaza.
La falta de insumos empeoró la crisis humanitaria. “No hay harina, ni comida, ni agua”, declaró Sabah Warsh Agha, una mujer de 67 años desplazada en un campamento improvisado cerca de la playa en Ciudad de Gaza.
“Antes obteníamos agua de la bomba, ahora la bomba dejó de funcionar. No hay gasóleo ni gasolina”, dijo.
De acuerdo con Renard, miles de toneladas de alimentos y suministros esenciales siguen detenidos en las fronteras, mientras cerca de una cuarta parte de la población gazatí se mantiene en riesgo de hambruna.
Abdel-Nasser Al-Ajramy, líder de la sociedad de propietarios de panaderías, aseguró que al menos 25 panaderías a las que se les prometió recibir harina del PMA continúan sin recibir alguna entrega. "No hay alivio para los hambrientos que esperan comida", lamentó.
La desesperación entre los habitantes supera niveles críticos.
"Estoy aquí desde las ocho de la mañana, sólo para conseguir un plato para seis personas, aunque no sirve ni para una sola", contó Mahmoud al-Haw, quien permanece entre multitudes por hasta seis horas con la esperanza de obtener un poco de sopa de lentejas para alimentar a sus hijos.
Israel impuso el bloqueo en marzo, bajo el argumento de que Hamás robaba la ayuda destinada a la población civil, una acusación que el grupo niega. Ante la presión internacional, se prevé que un nuevo sistema de distribución respaldado por Estados Unidos, operado por contratistas privados, comience a funcionar próximamente.
Mientras continúa la espera de ayuda, los ataques aéreos y disparos de tanques israelíes mataron este miércoles al menos a 50 personas en Gaza, de acuerdo con autoridades sanitarias palestinas. El ejército israelí informó que los bombardeos impactaron 115 objetivos, incluidos lanzacohetes, túneles e infraestructuras militares sin especificar.
La reanudación del asalto israelí desde marzo, tras un alto al fuego de dos meses, ya generó reacciones de condena incluso entre aliados históricos. Reino Unido suspendió conversaciones sobre un tratado de libre comercio, mientras que la Unión Europea anunció que revisará un acuerdo de asociación política y económica por la “catastrófica situación” en Gaza. Reino Unido, Francia y Canadá advirtieron que tomarán “acciones concretas” si continúa la ofensiva.
Dentro de Israel también crece el descontento. Yair Golan, líder del partido Demócratas y exsubcomandante del ejército, declaró esta semana que “un país cuerdo no mata bebés como pasatiempo” y advirtió que Israel corre el riesgo de convertirse en un “estado paria entre las naciones”. Golan, quien rescató a víctimas del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, recibió duras críticas del gobierno y simpatizantes oficialistas.
El exprimer ministro Ehud Olmert también criticó la guerra en declaraciones a la BBC, lo que incrementó la tensión en el gobierno.
“He oído a Olmert y a Yair Golan, y es escandaloso”, respondió el primer ministro Benjamín Netanyahu en una declaración en video. “Mientras los soldados de las FDI (Fuerzas de Defensa Israelí) luchan contra Hamás, hay quienes refuerzan la falsa propaganda contra el Estado de Israel”.
A pesar de la retórica oficial, los sondeos reflejan una opinión pública que empieza a distanciarse del gobierno. Una encuesta de la Universidad Hebrea de Jerusalén reveló que 70 % de la población apoya un alto al fuego que incluya la liberación de todos los rehenes.
Con información de Reuters