El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó un nuevo momento de tensión diplomática en la Casa Blanca, al lanzar acusaciones directas contra el gobierno de Sudáfrica durante una reunión pública con su homólogo Cyril Ramaphosa. El mandatario estadounidense mostró un video y varios artículos impresos que, según él, evidencian un supuesto “genocidio” contra granjeros blancos, aludiendo a confiscaciones de tierras y asesinatos masivos.
Trump acusa a Sudáfrica de “genocidio blanco” y tensa la relación bilateral

“Tenemos mucha gente que siente que está siendo perseguida y viene a Estados Unidos. Así que tomamos de muchos lugares, si sentimos que hay persecución o genocidio en curso”, dijo Trump ante las cámaras, mientras hojeaba impresos con imágenes de tumbas. “Sus tierras están siendo confiscadas y, en muchos casos, están siendo asesinados”, agregó.
Ramaphosa, que llegó con la intención de discutir temas de comercio y minerales críticos, reaccionó con cautela. Acompañado por figuras relevantes de la delegación sudafricana como los campeones de golf Ernie Els y Retief Goosen, el líder sudafricano mantuvo la compostura pese al cambio de tono en la reunión. En un momento, se limitó a mirar el video con gesto inexpresivo.
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“No he visto eso antes. Me gustaría averiguar dónde ha ocurrió”, dijo después del video.
Trump insistió en sus acusaciones: “Generalmente, son granjeros blancos y huyen de Sudáfrica, y (...) es algo muy triste de ver. Pero espero que podamos tener una explicación al respecto, porque sé que no quieren eso”.
“La mayoría de las víctimas son negras”
El mandatario sudafricano se defendió y dijo que Sudáfrica vive altos niveles de criminalidad, pero que estos afectan sobre todo a la población negra.
"En Sudáfrica hay delincuencia y la mayoría de las víctimas son negras", puntualizó Ramaphosa. Trump interrumpió para señalar: "Los granjeros no son negros".
Sudáfrica rechaza rotundamente las afirmaciones de que la minoría blanca es víctima de un genocidio. Las autoridades aseguran que no existe una política sistemática de violencia ni expropiación forzada.
La nueva ley de reforma agraria, promovida para reparar los efectos del apartheid, permite expropiaciones sin indemnización solo si son de interés público y bajo condiciones estrictas, como el uso improductivo de la tierra. Además, cualquier proceso puede ser impugnado judicialmente y, hasta ahora, no se concretó ninguna expropiación.
Trump también mencionó al líder opositor sudafricano Julius Malema, conocido por su retórica provocadora. De acuerdo con el presidente estadounidense, “debería ser detenido”, aunque no presentó evidencia directa de crímenes cometidos por el político.
La situación recordó lo ocurrido en febrero con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, cuando otro encuentro en la Casa Blanca terminó abruptamente por diferencias respecto a la guerra con Rusia. En aquella ocasión, Zelenski salió sin firmar un acuerdo bilateral sobre recursos naturales tras discutir públicamente con Trump.
“Estamos dispuestos a hablar con usted”
Durante el encuentro, el empresario sudafricano Johann Rupert, parte de la comitiva de Ramaphosa, respaldó la posición del gobierno sudafricano.
“La delincuencia es un problema generalizado y muchos negros también están muriendo”, señaló ante Trump. Ramaphosa reiteró: “Son preocupaciones sobre las que estamos dispuestos a hablar con usted”.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Sudáfrica después de China. Sin embargo, las tensiones se agravaron desde que Trump criticó la reforma agraria sudafricana y el apoyo de Pretoria a un proceso judicial por genocidio contra Israel. En los últimos meses, Washington canceló ayuda, expulsó al embajador sudafricano y ofreció asilo a miembros de la minoría afrikáner, bajo el argumento de que enfrentan discriminación racial.
El país africano también es sido blanco de medidas comerciales bajo la administración Trump, como el arancel del 30% incluido en el denominado “Día de la Liberación”, aunque esta medida permanece suspendida.
Con información de Reuters.