De acuerdo con la policía, 15 personas resultaron heridas en Kiev y otras dos en su área metropolitana.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó por su parte que golpeó a "empresas del complejo militar-industrial" y "posiciones de sistemas antiaéreos Patriot" entregados por Estados Unidos a Ucrania.
Las ofensiva se produjo tras varios días de ataques ucranianos con drones —unos 800— contra objetivos dentro de Rusia, incluida la capital, Moscú. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, prometió el viernes responder a esos ataques.
Los ataques pasaron mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anima a Rusia y Ucrania a sentarse a negociar un alto el fuego para poner fin a la guerra, pero se ha opuesto al plan europeo de imponer nuevas sanciones a Rusia.
Halyna Tatarchuk, una jubilada de 63 años, estaba en su apartamento cuando un dron impactó contra el edificio. Ella y su marido estaban en el pasillo, lejos de las ventanas. "Eso nos salvó", dijo.
Huyó a un refugio antiaéreo en una escuela cercana, y al amanecer regresó para inspeccionar los daños. Todas las ventanas de su apartamento estaban destrozadas y el suelo cubierto de fragmentos de cristal.
"Me gustaría que Trump viera esto", dijo, de pie en su cocina. "¿Qué está haciendo? ¿De verdad no puede ver esto? es la destrucción de un pueblo, nos están destruyendo", dijo refiriéndose al Ejército ruso.