Todo ello con el objetivo de impedir que Irán se dote de la bomba atómica, una meta que la República islámica niega perseguir.
La ofensiva israelí pilló por sorpresa a la dirigencia iraní, tras años de penurias económicas debidas a las sanciones internacionales impuestas al hilo del programa nuclear.
"Muchos iraníes quieren que termine la república islámica. Pero la mayoría no quiere que esto se logre a costa de sangre y guerra", matiza Holly Dagres, asociado senior del Washington Institute.
La oposición, dividida
En su entrevista con Fox News, Netanyahu sugirió que el "cambio de régimen" podría ser el resultado de la campaña militar israelí, e insistió en que serán los iraníes quienes decidan la suerte de su gobierno.
"Ese podría ser efectivamente el resultado, porque el régimen iraní es muy débil", declaró Netanyahu, afirmando que el 80% de la población está en contra del gobierno de los molás.
La oposición iraní está muy dividida, dentro y fuera del país. Reza Pahlavi, hijo del último shah, depuesto por la revolución islámica en 1979, y una destacada figura opositora en el exilio, ha animado a los iraníes: "manténganse fuertes y venceremos”.
"He dicho a los militares, a la policía y a las fuerzas de seguridad: rompan con el régimen. Honren el juramento de cualquier militar honorable. Únanse al pueblo", añadió.