"Trump le dio un buen regalo a Lula", dijo el analista político André Cesar a la AFP. El efecto es que "todos los brasileños serán llamados a arroparse en la bandera" nacional, de la que el bolsonarismo buscó apropiarse en los últimos años.
Para Geraldo Monteiro, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la amenaza de Trump "tuvo el efecto de aislar aun más a la extrema derecha" creando una "inesperada coalición de intereses" entre el gobierno de Lula y la clase empresarial.
"Puede haber cambiado el juego" de las elecciones de octubre del próximo año a favor del izquierdista, dijo a la AFP, aunque aún es temprano.
Un rival más complicado
A diferencia de México, un país que dirige el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, Brasil tiene una mucha menor dependencia comercial con el gigante norteamericano, pues solo le vende el 12% de los productos que comercial al exterior.
Brasil tiene como principal socio comercial a China, el principal rival estratégico de Estados Unidos, y le vende un 24% de los productos de exportación.
“Sería duro, pero Brasil puede, no diría pelear, pero sí manejar este problema. Puede ser viable encontrar otros mercados, especialmente para bienes agrícolas”, dijo el economista y consultor André Perfeito, en entrevista con CNN en Español.
Además, a diferencia de otros socios a los que Trump busca imponer aranceles, Brasil ya deficitario en su comercio con Estados Unidos desde hace más de 20 años, de acuerdo con información de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
En 2024, Estados Unidos exportó productos por 49,136 millones de dólares a Brasil, mientras que importó 42,348 millones en bienes provenientes del gigante sudamericano, lo que resulta con un balance positivo de 6,787 millones, de acuerdo con la misma fuente.
Con información de AFP