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Lula, el líder más beneficiado por los aranceles de Trump

El presidente brasileño, el último objetivo de los ataques del mandatario estadounidense, se beneficia de las amenazas en un momento en el que su imagen estaba debilitada al interior de su país.
lun 21 julio 2025 05:55 AM
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, hace gestos durante el lanzamiento de un programa para apoyar a los taxistas en el Palacio Planalto en Brasilia el 14 de julio de 2025. Lula da Silva instruyó a su vicepresidente y ministro de industria y comercio, Geraldo Alckmin, a formar una comisión con los sectores más afectados por los aranceles del 50% impuestos por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para negociar con el gobierno de los Estados Unidos en un intento de evitar que los aranceles entren en vigor el 1 de agosto.
Ante la tormenta de las amenazas sobre la primera economía latinoamericana, el gobierno Lula apeló a la unión nacional.

Las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles de 50% a todas las exportaciones brasileñas puede dañar la economía de ese país, la más grande de Latinoamérica, pero quien ya se beneficia de ellas es el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

Lula calificó de "chantaje inaceptable" la amenaza de Trump en un mensaje transmitido en cadena nacional el jueves.

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Bajo el título "Brasil soberano" y en un pronunciamiento con estética electoral, el izquierdista Lula llamó "traidores a la patria" a "algunos políticos brasileños" que dan "apoyo" a la presión de Trump sobre la economía brasileña.

"No es un 'gringo' quien va a dar órdenes a este presidente", había dicho más temprano el mandatario en un acto oficial.

Lula reafirmó que seguirá "apostando a las buenas relaciones comerciales y diplomáticas", pero advirtió que "Brasil tiene un único dueño: el pueblo brasileño”.

Más temprano, Trump había insistido este jueves en que el gobierno de Lula "cambie de rumbo" y "deje de atacar" a Bolsonaro, en una carta al expresidente brasileño que divulgó en su plataforma Truth Social.

Bolsonaro enfrenta un juicio en la corte suprema por supuestamente haber intentado impedir la asunción de Lula luego de que el líder del Partido de los Trabajadores (izquierda) lo derrotara en las elecciones de 2022.

En el mejor momento para Lula

La amenaza de Trump no pudo haber llegado en mejor momento para el exsindicalista de 79 años, a poco más de un año de las elecciones de 2026, que dice querer disputar.

Según un sondeo anterior a la crisis comercial, una mayoría de los brasileños desaprobaba al gobierno, en medio de una persistente inflación (5.35% interanual en junio) y un escándalo de fraude en la seguridad social.

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El Congreso conservador había también enterrado su propuesta de alza de impuestos a las transacciones financieras.

Ante la tormenta de las amenazas sobre la primera economía latinoamericana, el gobierno de Lula apeló a la unión nacional, reflejada en una campaña lanzada en redes sociales con la consigna "Brasil se escribe con S de soberanía" (en inglés, se escribe 'Brazil').

Y lanzó culpables: "Lula grava a los ricos y Bolsonaro grava a Brasil".

Igualmente, se acercó a los que perderían más con los aranceles: las grandes industrias y el poderoso agronegocio, sectores tradicionalmente más cercanos a la derecha.

El disfrute de Lula con el momento quedó retratado el fin de semana cuando, visiblemente alegre, recomendó jabuticabas, una fruta tropical emblemática en Brasil parecida a la uva, para curar el "mal humor" de su par estadounidense.

"Te voy a llevar jabuticabas, Trump", dijo mientras recogía esas frutas en un video que publicó en Instagram la primera dama, 'Janja' da Silva.

"Quien come jabuticabas (...) no necesita pelea arancelaria, necesita de mucha unión y relación diplomática", ironizó.

En los pasillos de la presidencia saborean la coyuntura: "El bolsonarismo quiere agarrar a Brasil de rehén para salvar a Bolsonaro. Es muy bueno", indicó una fuente a la AFP.

"Era lo que esperábamos. Ahora hay que aprovecharlo hasta el año que viene".

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"Trump le dio un buen regalo a Lula", dijo el analista político André Cesar a la AFP. El efecto es que "todos los brasileños serán llamados a arroparse en la bandera" nacional, de la que el bolsonarismo buscó apropiarse en los últimos años.

Para Geraldo Monteiro, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la amenaza de Trump "tuvo el efecto de aislar aun más a la extrema derecha" creando una "inesperada coalición de intereses" entre el gobierno de Lula y la clase empresarial.

"Puede haber cambiado el juego" de las elecciones de octubre del próximo año a favor del izquierdista, dijo a la AFP, aunque aún es temprano.

Un rival más complicado

A diferencia de México, un país que dirige el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, Brasil tiene una mucha menor dependencia comercial con el gigante norteamericano, pues solo le vende el 12% de los productos que comercial al exterior.

Brasil tiene como principal socio comercial a China, el principal rival estratégico de Estados Unidos, y le vende un 24% de los productos de exportación.

“Sería duro, pero Brasil puede, no diría pelear, pero sí manejar este problema. Puede ser viable encontrar otros mercados, especialmente para bienes agrícolas”, dijo el economista y consultor André Perfeito, en entrevista con CNN en Español.

Además, a diferencia de otros socios a los que Trump busca imponer aranceles, Brasil ya deficitario en su comercio con Estados Unidos desde hace más de 20 años, de acuerdo con información de la Oficina del Censo de Estados Unidos.

En 2024, Estados Unidos exportó productos por 49,136 millones de dólares a Brasil, mientras que importó 42,348 millones en bienes provenientes del gigante sudamericano, lo que resulta con un balance positivo de 6,787 millones, de acuerdo con la misma fuente.

Con información de AFP

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