Los demócratas se opusieron a la legislación por la negativa de los republicanos a incluir una prórroga de las prestaciones sanitarias para millones de estadounidenses que expiran este año. Los republicanos dicen que esta cuestión debe tratarse por separado.
La legislación trata de 1.7 billones de dólares para el funcionamiento de agencias, lo que supone aproximadamente una cuarta parte del presupuesto total de 7 billones de dólares de la Administración. Gran parte del resto se destina a programas de salud y jubilación y al pago de intereses de la creciente deuda de 37.5 billones de dólares.
Es un cambio notable para los demócratas del Senado en particular, que hace seis meses no podían ponerse de acuerdo sobre si se interponen en el camino de otro posible cierre.
En marzo, Schumer decidió que era más arriesgado permitir que Trump y Elon Musk, entonces jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, tuvieran aún más margen de maniobra para recortar drásticamente los programas y beneficios del gobierno. Aconsejó a los demócratas que mantuvieran el gobierno financiado, algo que la base demócrata le reprochó.
Trump congela los fondos a estados demócratas
Trump culpó a los demócratas por el estancamiento y amenazó con castigar al partido y sus votantes con la interrupción de prioridades de la agenda progresista y recortes masivos en el sector público.
Las amenazas se comenzaron a concretar esta tarde. La Casa Blanca congeló el miércoles 26,000 millones de dólares para los estados de gobernados por demócratas, cumpliendo con la amenaza de utilizar la paralización parcial para golpear las prioridades de sus opositores.
Los programas en cuestión incluían 18,000 millones de dólares para proyectos de tránsito en Nueva York y 8,000 millones de dólares para proyectos de energía verde en 16 estados gobernados por demócratas, incluidos California e Illinois.
Los movimientos dejaron claro que Trump cumpliría su amenaza de aprovechar el cierre para castigar a sus oponentes políticos y extender su control sobre el presupuesto federal de 7 billones de dólares, establecido por la Constitución estadounidense como dominio del Congreso.
Jeffries dijo que la congelación de la financiación de proyectos de metro y puertos en Nueva York, su ciudad natal, dejaría a miles de personas sin trabajo. Schumer, también de Nueva York, dijo que Trump estaba apuntando a los estadounidenses normales con fines partidistas.
"Está utilizando al pueblo estadounidense como peones, amenazando con dolor al país como chantaje", dijo Schumer.