Trump ordena demolición de una parte de la Casa Blanca para construir un salón de baile
El presidente estadounidense afirma que el ruido de las obras, de casi 250 millones de dólares, para construir un salón de baile son “música” para sus oídos.
Trabajos de demolición comenzaron el lunes con la desaparición de la entrada este de la Casa Blanca para la construcción de un nuevo salón de baile en la residencia presidencial, lo que levantó las alertas de especialistas en preservación, quienes cuestionan el alcance excesivo y la falta de transparencia de las obras.
De acuerdo con las fotos publicadas por varios medios de comunicación, excavadoras se afanan en derribar parte de las paredes y del tejado de la residencia oficial.
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Los demócratas han protestado por lo que consideran una obra excesiva que nadie solicitó, además que es llevada a cabo en un sitio protegido y sin audiencias públicas previas.
La construcción del salón de baile costará unos 250 millones de dólares, que el presidente Donald Trump asegura que saldrán, en su mayoría, de su propio bolsillo, aunque la semana pasada celebró una cena de gala con empresarios multimillonarios para pedirles que participaran en el gasto.
Los demócratas han protestado por lo que consideran una obra excesiva que nadie solicitó, y además llevada a cabo en un sitio protegido, sin audiencias públicas previas.(FOTO: Andrew Harnik/Getty Images)
La cena contó con la presencia de altos ejecutivos de importantes empresas estadounidenses como Blackstone, OpenAI, Microsoft, Coinbase, Palantir, Lockheed Martin, Amazon y Google. También estuvieron presentes Woody Johnson, propietario del equipo New York Jets de la NFL, y Shari y Edward Glazer, dueños de los Tampa Bay Buccaneers y del Manchester United, de acuerdo con la BBC.
"Lo están arruinando", dijo Martha Joynt Kumar, politóloga y profesora emérita de la Universidad de Towson en Maryland a The Washington Post. "Y estos son cambios que no se pueden deshacer. Están destruyendo esa historia para siempre”.
El National Trust for Historic Preservation, una organización sin fines de lucro creada por el Congreso para ayudar a preservar edificios históricos, envió una carta el martes a funcionarios de la administración para advertirles que el salón de baile de 90,000 pies cuadrados (8,360 metros cuadrados) planeado "abrumará a la propia Casa Blanca", que es de unos 55,000 pies cuadrados (4,645 metros cuadrados).
El National Trust for Historic Preservation advierte que el salón de baile de 90,000 pies cuadrados (8,360 metros cuadrados) planeado "abrumará a la propia Casa Blanca", que es de unos 55,000 pies cuadrados (4,645 metros cuadrados).(FOTO: Jonathan Ernst/REUTERS)
"Instamos respetuosamente a la Administración y al Servicio de Parques Nacionales a pausar la demolición hasta que los planes para el salón de baile propuesto pasen por los procesos de revisión pública legalmente requeridos”, dijo Carol Quillen, CEO del National Trust en un comunicado.
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Una historia de modificaciones
La presidencia de Trump desestimó las críticas, a las que calificó de “indignación fabricada” de “izquierdistas desquiciados”, pues aseguró en un comunicado que otros presidentes han hecho modificaciones a la Casa Blanca desde principios del siglo XX.
Foto de la construcción del Ala Oeste de la Casa Blanca en 1902, durante la presidencia de Theodore Roosevelt,
El mismo Trump se burló de las críticas y aseguró que los ruidos de la obra “son música” para sus oídos.
"Estamos construyendo un salón de baile de clase mundial. Durante 150 años se ha querido un salón de baile" en la Casa Blanca, dijo Trump durante un almuerzo con senadores republicanos en su residencia de Washington, mientras se escuchaban de fondo los ruidos de maquinaria trabajando y pitidos.
"Probablemente oigan el hermoso sonido de la construcción detrás. ¿Escuchan ese sonido? Oh, eso es música para mis oídos. Me encanta ese sonido", lanzó.
Trump, quien hizo fortuna en la construcción, añadió: "Cuando escucho ese sonido, me recuerda al dinero. En este caso, me recuerda a la falta de dinero, porque yo lo estoy pagando".
Otros presidentes antes de Trump han hecho modificaciones a la Casa Blanca desde principios del siglo XX.(FOTO: Biblioteca del Congreso)
En su comunicado, el gobierno de Trump indicó que la construcción de un nuevo salón de baile es “una adición audaz y necesaria que se hace eco de la historia legendaria de mejoras y adiciones de los comandantes en jefe para mantener la residencia ejecutiva como un faro de excelencia estadounidense”.
Pone, por ejemplo, la construcción del Ala Oeste de la Casa Blanca en 1902, durante la presidencia de Theodore Roosevelt, o la remodelación y expansión de esta unos años más tarde, en el gobierno de William Howard Taft.
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También indicó que en 1934, el presidente Franklin D. Roosevelt renovó el Ala Eeste con la adición de un segundo piso, un sótano más grande y una piscina, y reubicando la Oficina Oval a su ubicación actual; en 1942, el presidente Roosevelt construyó el Ala Este.
En 1942, el presidente Franklin D. Roosevelt construyó el Ala Este.(FOTO: Keystone/Hulton Archive/Getty Images)
La última gran modificación a la arquitectura de la Casa Blanca ocurrió en 1948, cuando bajo la presidencia de Harry S. Truman se demolió su estructura interna y se sustituyó con un entramado de acero y hormigón.
La Casa Blanca insiste en que otros presidentes hicieron modificaciones importantes después de Truman, como la construcción del Jardín de las Rosas moderno en el gobierno de John F. Kennedy o cuando el presidente Gerald Ford instaló una piscina al aire libre, financiada íntegramente por donaciones privadas.
También recuerda cuando Barack Obama mandó modificar una cancha de tenis para convertirla en una de baloncesto.
Sin embargo, el cambio propuesto por Trump es una modificación que puede ser mucho más significativa que las hechas por sus predecesores en los últimos 67 años.
El presidente Gerald Ford mandó construir una nueva piscina al aire libre en South Grounds en 1975. (FOTO: Archivos Nacionales)
Trump ha promocionado desde hace meses sus planes para construir un amplio salón de baile. Su argumento es que los presidentes necesitan el espacio para organizar grandes eventos, como galas o cenas de Estado.
El presidente dijo en julio que la construcción de la adición planificada no afectaría a la Casa Blanca existente. "No interferirá con el edificio actual. No lo será. Estará cerca de él, pero no lo tocará, y rinde total respeto al edificio existente, del que soy el mayor fan", dijo Trump durante la firma de una orden ejecutiva en julio. "Es mi favorito. Es mi lugar favorito. Me encanta”.
Otros funcionarios de la Casa Blanca han dicho que la construcción de este salón de baile requerirá inevitablemente modificaciones en el Ala Este.
La Sociedad de Historiadores de Arquitectura dijo que solo debería emprenderse una modificación de este tipo después de un proceso deliberativo con especial cuidado para preservar el edificio histórico.
¿Para qué funciona el Ala Este?
El Ala Este moderna surgió en 1942 cuando una renovación agregó un segundo piso al anexo, que alberga el espacio de oficina para la primera dama, su personal, la Oficina Militar de la Casa Blanca y el secretario social.
La historiadora Kate Andersen Brower, quien ha escrito libros sobre las primeras damas y la residencia de la Casa Blanca, señaló para The Contrarian que Franklin D. Roosevelt ocultó parcialmente la construcción de un refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial cuando amplió el ala este.
La demolición del Ala Este desplazará a las primeras damas en el futuro, señaló la historiadora.
El Ala Este es una de las partes más conocidas de la Casa Blanca, ya que también se ha utilizado durante décadas como entrada para casi todos los visitantes que visitan la residencia oficial.(FOTO: Al Drago/Getty Images)
“Independientemente de cómo se sienta Melania Trump con respecto a esta pérdida, será un golpe duradero para la estatura ganada con tanto esfuerzo de su papel,” argumentó Brower.
El de "Primera Dama es un puesto anacrónico e incomprendido, uno que viene sin descripción oficial, sin salario y con expectativas infinitas. Las cónyuges presidenciales son escrutadas no solo por el pueblo estadounidense, sino por el mundo en general. Y ahora puede que ni siquiera tengan un espacio propio", lamentó.
El Ala Este es una de las partes más conocidas de la Casa Blanca, ya que también se ha utilizado durante décadas como entrada para casi todos los visitantes que visitan la Casa Blanca, un hecho que la administración Trump subrayó en septiembre cuando canceló indefinidamente todos los recorridos públicos de la Casa Blanca debido a la construcción del salón de baile.
Durante años, millones de visitantes se sometieron a los controles de seguridad del Servicio Secreto de los Estados Unidos antes de dirigirse hacia el Ala Este.
El paseo les permitió sacudirse la experiencia de un puesto de seguridad y comenzar a sentir el aura de la Casa Blanca, dijo James McDaniel, quien fue el enlace de la Casa Blanca del Servicio de Parques Nacionales de 1984 a 2002, a The Washington Post.
Al entrar, pudieron caminar a través de una columnata bañada por el sol, disfrutando del Jardín Jacqueline Kennedy a la izquierda y fotos de momentos históricos significativos a la derecha.
"Representaba el lado no político, el lado más suave de las operaciones de la Casa Blanca", dijo McDaniel.
Trump le cambia la cara a la Casa Blanca
Aunque la construcción de un enorme salón de baile es la principal modificación que Trump ha hecho a la Casa Blanca, esta lejos de ser la única.
El gobierno de Trump recordó que durante su primera presidencia, el presidente y la primera dama, Melania Trump, completaron la construcción de una nueva cancha de tenis, renovaron el Jardín de los Nietos y construyeron un nuevo edificio.
En su segundo mandato, Trump ya realizó importantes modificaciones en la decoración de algunos despachos y espacios de la residencia presidencial de Estados Unidos.
En los primeros meses de su gobierno, Trump llenó de oro la Oficina Oval. En febrero, cambió la hiedra sueca que llevaba décadas en la repisa de la chimenea por nueve piezas de la colección de antigüedades, de oro, plata y bronce.
Las modificaciones en el Despacho Oval
El viejo estilo
Antes de Trump, la Oficina Oval tenía un aspecto sobrio.
FOTO: Win McNamee/Getty Images
Adiós, hiedra sueca
Trump cambió por completo la decoración de la Oficina Oval, con la sustitución de la hiedra sueca en la chimenea por ornamentos dorados y la adición de más retratos presidenciales.
FOTO: Anna Moneymaker/Getty Images
Un aspecto más simple
En la presidencia, la mayoría de las molduras en la Oficina Oval se mantuvieron blancas.
FOTO: Pool/Getty Images
La "edad dorada" de la Casa Blanca
Además de los retratos presidenciales, Trump ha mandado colar molduras doradas en toda la Casa Blanca.
FOTO: Anna Moneymaker/Getty Images
También ha incrementado el número de retratos de sus predecesores que están colgados en las paredes de este despacho, donde suele recibir a líderes internacionales. Además, mandó añadir molduras doradas.
El tema dorado también se extendió a la Oficina del Gabinete, donde Trump se reúne con su equipo. Trump también agregó más banderas a la sala, incluyendo banderas de ramas específicas de las fuerzas armadas, como el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, así como candelabros tipo araña para la iluminación de este cuarto.
"Se ha convertido en un lugar realmente bonito", comentó el presidente sobre esta última sala durante una reunión con sus secretarios.
Otra modificación importante ocurrió en el Jardín de las Rosas. Durante el verano, el presidente mandó cubrir el pasto con baldosas de piedra y añadió mesas con sombrillas de rayas amarillas y blancas.
En el verano, Trump mandó cubrir el Jardín de las Rosas con baldosas de piedra y añadió mesas con sombrillas de rayas amarillas y blancas.(FOTO: ANDREW CABALLERO-REYNOLDS/AFP)