Según él, los líderes europeos "quieren ser políticamente correctos, y no quieren devolverlos (al lugar) de donde vienen”.
Sin embargo, los países europeos han endurecido su política migratoria en los últimos meses, en parte, debido a un auge de gobiernos conservadores en el continente. Estos son algunos de los principales cambios.
Un continente hecho de migración
Globalmente, el número de extranjeros en Europa sigue aumentando, aunque los flujos migratorios se han ralentizado.
Según datos de Eurostat, al 1 de enero de 2024 residían en el continente cerca de 29 millones de ciudadanos de terceros países, lo que equivale al 6.4% de la población. En 2021, la cifra era de 23,8 millones.
Alemania, España, Francia e Italia concentran cerca del 70% de los extranjeros que residen en la Unión Europea.
Hoy en día, los permisos de residencia por motivos laborales son la principal vía de entrada a la Unión Europea. En 2024 se expidieron 1.1 millones de títulos de este tipo, lo que representa el 32% del total, frente a los 589.000 registrados en 2015 (29.6%).
En algunos sectores, los extranjeros están "sobrerrepresentados" respecto a su peso en la población europea, especialmente en la salud y la construcción, indica el investigador.
Los médicos extranjeros representan el 22% del total en Alemania, el 18% en Francia y hasta el 41% en el Reino Unido, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).