Las buenas noticias también son noticia: La queja de todo presidente a la prensa
Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada son algunos de los presidentes que han señalado a la prensa de sólo informar las malas noticias de sus gestiones, y no destacar los logros que sus administraciones alcanzan en el transcurso del sexenio.
En el marco de la entrega de su Cuarto Informe de Gobierno, Peña Nieto ha lanzado una serie de spots, en los que refiere que las buenas acciones no se toman en cuenta.
"Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho", asegura.
Para especialistas y legisladores, no es que existan buenas o malas noticias, sino que en ocasiones los reportes que los gobernantes reciben de parte de sus colaboradores contrasta con la percepción que permea en la población, y en particular de quienes tienen una visión crítica.
"Hay un síndrome en los personajes del poder, que es un síndrome que está presente en todos los tiempos, épocas y espacios. Los grandes hombres de poder tienen la expresión de ser incomprendidos, de que la gente no está reconociendo la magnitud de las obras, la forma en que están tranformando estructuralmente a sus países", dijo este martes a CNN en Español el analista político Alfonso Zárate, exasesor de la Presidencia de la República y de otras instancias del gobierno federal.
nullA continuación recordamos cómo los tres presidentes de la República más recientes han reaccionado ante su impresión de que los medios de comunicación resaltan la información negativa por encima de la positiva.
La depresión de Fox
El expresidente Vicente Fox (2000-2006), quien en campaña se caracterizó por captar la atención de los medios de comunicación —incluso participaba en programas de comedia—, pronto se desencantó con los medios, que consideró repletos de distorsiones y mentiras que le amargaban el día, por decir lo menos.
Incluso, en 2001 durante su programa de radio Fox en vivo, Fox contigo, el panista aseveró que algunos periódicos publicaban una “sarta de babosadas” en su contra, lo cual no tenía la menor importancia para el país.
“Distorsionan, calumnian, engañan y mienten (…) ya dejé de leer una buena cantidad de periódicos, porque francamente me amargaban un poco el día”, dijo el entonces mandatario, acompañado del periodista Carlos Loret de Mola.
Dos años después, nuevamente se refirió a la prensa durante una gira en Querétaro donde, acompañado de varias campesinas, cuestionó a una de ellas sobre si leía los periódicos, ante la negativa, le respondió: “¡Mejor! Va a vivir usted más contenta”.
El analista político Alfonso Zárate destacó este miércoles en entrevista con Radio Fórmula que el expresidente se “deprimía” cuando leía lo que la prensa escribía sobre su gobierno.
“Yo recuerdo que en algún momento, hablando con Adolfo Aguilar Zinser (excolaborador de Fox), en el gobierno de Vicente Fox, le preguntaba si era cierto que el presidente utilizaba prozac, el antidepresivo. Y Adolfo me dijo: no sé, pero lo que sí te digo es que en un principio yo le llevaba los asuntos directamente al presidente, y ahora tengo que pasar antes por Ramón Muñoz (jefe de la Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental), quien los revisa y me dice: 'mira, éste no porque se deprime'”, relató Zárate.
En este contexto, el articulista de El Universal aseveró que los presidentes son los menos informados debido que cuentan con una "agenda sobresaturada" de asuntos que reclaman su atención, y a que sus hombres de confianza son quienes procesan estos documentos.
“El cúmulo de temas que tienen que llegar al despacho del presidente de la República es inabarcable, entonces no habría forma de que el presidente manejara toda esa información. Lo hace a través de sus hombres de confianza, que son aquéllos que reciben la información que proviene del gabinete, de las agencias de intelgencia del Estado, de los poderes fácticos que quieren influir en el presidente, y con todo eso arman un collage que a final de cuentas, de acuerdo con su propia visión, su propia percepción e intereses, le presentan información ya digerida al presidente de la República”, comentó a CNN en Español.
El efecto demoledor que acusó Calderón
Felipe Calderón (2006-2012) fue otro de los presidentes que acusó a los medios de difundir “sólo malas noticias”, las cuales incluían su “guerra al narcotráfico” y los índices de desempleo a nivel nacional, que se elevaron 40.2% durante su gestión, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En 2011, un año antes de concluir su mandato, el también panista aseveró que las malas noticias provocaban un efecto de demolición en el ánimo nacional.
"A fuerza de puras malas, malas, malas, malas, malas, malas, también estamos haciendo un efecto de demolición del ánimo nacional y entonces eso afecta a la gente, a la economía", dijo en entrevista para Cadena Rasa.
En dicha conversación, Calderón exigió a la prensa equilibrar las noticias, e incluso recomendó sacar un nuevo periódico que tuviera como nombre Balance.
“En primera plana vengan de un lado las buenas (notas) y del otro lado las malas, y en medio las regulares, las neutras", sugirió.
Aunque este diario nunca existió, Presidencia sacó su propia versión de los hechos a través de un blog e historietas animadas, donde el entonces secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, explicaba y ofrecía información sobre lo que llamaba “mitos de seguridad” y las acciones de las Fuerzas Armadas.
Peña Nieto, al rescate de las buenas noticias
Siguiendo el discurso de sus antecesores, Peña Nieto llamó a “rescatar las buenas noticias”, al señalar que en estos años de gobierno ha habido logros.
El presidente señaló que muchas veces las malas noticias marcan la agenda pública, y se olvidan las que impactan positivamente.
"Hay que rescatarlas, porque hay muy buenas noticias", planteó al inaugurar un centro de acopio de maíz en Hidalgo.
Peña Nieto indicó que en su gestión se han implementado reformas estructurales, han aumentado los empleos, además de que se reducirán las tarifas de gas LP y de la electricidad.
“Pareciera que cuando se incrementa un servicio es nota de todos los días, y cuando hay una mejor prestación o la caída en la prestación de un servicio, se vuelve nota de sólo unos minutos o a veces de un solo día”, consideró el priista.
Ante el pronunciamiento del mandatario, la diputada del PRD Lluvia Flores Sonduk opinó que si para Peña Nieto es incómoda la divulgación de información negativa, su gobierno está obligado a generar las buenas noticias y que ofrezcan bienestar para las familias mexicanas.
“El presidente habla de que no se toman en cuenta los avances alcanzados en los casi cuatro años de su gobierno, pero son avances que sólo él, su partido y sus aliados ven, pero la población en general no percibe, por el contrario, está peor que en administraciones anteriores”, apuntó a través de un comunicado.
La imagen de Peña Nieto lleva un año en caída, de acuerdo con la encuesta de seguimiento a la aprobación presidencial que realiza Reforma, cuya medición más reciente —de este mes— ubica en 23% el índice de aval a su gestión, y le otorga una calificación de 3.9. Uno de cada 10 de los consultados piensa que México va por buen camino.
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