OPINIÓN: Donald Trump, la adicción de los medios estadounidenses
Nota del editor: Marco A. Morales es Investigador Afiliado al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Su cuenta de Twitter es @marco_morales . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
(Expansión) – Entre un sinnúmero de peculiaridades de la administración Trump, posiblemente ninguna destaca tanto como la relación que rápidamente ha establecido con los medios de comunicación.
Por un lado, se confronta abiertamente con medios de tendencias liberales, los llama fuentes de “noticias falsas”, los castiga al quitarles temporalmente asientos en las conferencias de prensa en la Casa Blanca, y los fustiga por no reportar “eventos” que – desde su perspectiva – debieran reportar.
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Los medios conservadores, por su lado, obtienen acceso y prebendas que no tenían en administraciones pasadas, y repiten sus declaraciones en calidad de verdades incuestionables.
De uno y otro lado, los medios no están logrando ser guardianes de la verdad en lo que respecta a la administración Trump, y en ambos lados del espectro le dedican horas interminables. ¿Por qué continúan siendo noticia los hechos – fabricados o no, alternativos o no, falsos o no – que se generan virtualmente todos los días desde la administración Trump? Dos razones.
Primero
La elección de 2016 fue atípica, inclusive para las cadenas de noticias. Las elecciones típicamente generan ciclos positivos para las cadenas noticiosas. La audiencia se incrementa durante las campañas, y crece más en elecciones muy competidas.
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Tan pronto termina la elección, los ratings vuelven a sus niveles normales. Sin embargo, la elección de 2016 continúa generado efectos atípicos. Por un lado, produjo récords de audiencia en las cadenas de noticias. Por el otro, el incremento de audiencia continúa varios meses después de la elección.
Segundo
La polarización política en Estados Unidos refuerza el aislamiento de la izquierda y la derecha. En un contexto donde cada vez menos personas ven televisión abierta, y muchos menos se suscriben a servicios de cable en Estados Unidos cada año, las elecciones continúan dando un respiro a todas las televisoras.
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Fox News – la cadena conservadora por excelencia – terminó el año como la cadena de noticias más vista en el país. MSNBC – la cadena liberal – duplicó su audiencia para llevarla a los niveles de CNN, un competidor que la aventajaba sustancialmente.
nullMotivación de negocios y polarización confluyen para mantener a Trump como la principal noticia del día, cada día. La primera pasa el día repitiendo “hechos alternativos” para defenderlos. La otra repitiendo “hechos alternativos” para desbancarlos. La presidencia de Trump es, pues, la adicción que las cadenas noticiosas estadounidenses no pueden controlar.
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Ahora bien, nada de esto debiera ser extraño para los mexicanos de más de 18 años. López Obrador fue el candidato con la mayor cobertura – gratuita – de medios durante 2005 y 2006, porque ningún medio quiso perderse las ganancias de reportar las escaramuzas diarias con el entonces Presidente Fox, las declaraciones sobre el desafuero, o el perenne “compló” orquestado por “la mafia en el poder” y el “innombrable”.
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