OPINIÓN: A Siria le falta el aire para respirar

Al infinito de tragedias en Siria se suman 72 muertos por un criminal ataque químico, donde los niños vuelven a ocupar la fotografía de un conflicto que preferimos no mirar.
Respira El silencio de los caídos nos grita con misericordia, esa gran ausente en la maldita guerra. (Foto: AMMAR ABDULLAH/REUTERS)

Nota del editor: Fernanda Diez-Torres es directora de Relaciones Institucionales del Centro de Estudios Económicos Espinosa Yglesias. La puedes seguir en Twitter como

Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora.

(Expansión) — Sesenta segundos. Respiras, intentas respirar. Aspiras y pareciera que tus pulmones no responden. Ojos irritados, visión borrosa. Sientes una presión en el pecho, toses y moqueas. Mareos, náuseas; sufres y jadeas, no te alcanza el aire, tu mente está confundida. La sensación de asfixia te durará pocos minutos. Has sido envenenado seguramente con gas sarín o mostaza. ¿La razón? Vivir en un poblado dominado por los rebeldes sirios.

Videos de niños con ojos aterrados, procurando respirar; fotos de bebés muertos y gritos rotos de sus padres. Imágenes que se siguen sumando a la galería de una guerra sin cuartel.

Hace poco más de un año la imagen de un niño muerto en las costas del Mediterráneo, cimbró al mundo para después dejarlo igual de quieto e indiferente. Siria se sintetiza en un éxodo que sobrepasa los 5 millones de personas, más de 300,000 muertos (11,500 niños), 7 años de guerra y un infinito de tragedias.

nullTreinta segundos. Hoy le sumamos 72 muertos por un criminal ataque químico, donde los niños vuelven a ocupar la fotografía de un conflicto que preferimos no mirar.

Trump, al Asad, Putin, la ONU, malos vecinos…. todos en un tablero que no aguanta más. Intereses velados, no actuar para no provocar, pretextos fútiles, culpas de unos a otros; la miseria humana en su mayor expresión, sin que se frene la matanza de este pueblo cinco veces milenario.

Todavía con dificultad respiras. Pronto terminará, como pronto se acabarán las declaraciones de los políticos que acusan y condenan los hechos recientes, pero que no quieren o pueden lograr un alto al fuego.

Cero segundos. Has dejado de respirar. El silencio de los caídos nos grita con misericordia, esa gran ausente en la maldita guerra.