OPINIÓN: No, señor presidente Trump, no nos dejaremos engañar otra vez
Nota del editor: Jen Psaki es analista política de CNN. Fue directora de comunicaciones de la Casa Blanca y portavoz del Departamento de Estado durante la presidencia de Obama. Es vicepresidenta de Comunicacón y Estrategia del Fondo Carnegie para la Paz Internacional. Síguela en Twitter como @jrpsaki . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora.
(CNN) — Lo hizo. Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, estuvo de pie frente al apuntador electrónico y leyó un discurso que en muchas ocasiones parecía que hablaba del liderazgo, la tolerancia y la brújula moral… de otro presidente. Ahora que ya quedó atrás la pompa y la circunstancia de su primer informe de gobierno, la pregunta más importante que tenemos que hacernos es: ¿qué sigue?
A finales de febrero del año pasado, Trump también dio un discurso, ante el pleno del Congreso estadounidense, que sonaba sensato, igual que el de anoche. Los expertos y las juntas editoriales de todos los partidos políticos se apresuraron a aplaudirle. El país respiró aliviado: tal vez este hombre pueda gobernar. Tal vez todo estaría bien.
Sin embargo, su discurso ante el pleno del Congreso no tuvo nada que ver con la forma en la que gobernó en el año transcurrido. En Estados Unidos hay un dicho que reza: "Si me engañas una vez, es culpa tuya. Si me engañas dos veces, es culpa mía". Así que no nos dejemos engañar.
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Los discursos no se dan en el vacío, ni siquiera los informes de gobierno. Amplifican y magnifican el proyecto y el mensaje de cualquier presidente. Lo único que se logra es dificultar la reinterpretación de una narrativa generalizada —que eres racista, macho, defensor de los ricos y no de los que más necesitan ayuda— cuando tu público tiene un año de información para evaluar.
Los dreamers y las familias de inmigrantes no van a empezar a pensar, de repente, que Trump es su defensor máximo porque dijo algunas simplezas, al principio del informe, sobre cómo "las comunidades en desventaja, particularmente las comunidades de inmigrantes, también se beneficiarán de las políticas inmigratorias que se centran en lo que más conviene a los trabajadores y a las familias estadounidenses", particularmente porque unos momentos más tarde insistió en su maliciosa propuesta que se inspira en las crueles leyes sobre cuotas migratorias de la década de 1920
nullLa comunidad afroestadounidense no va a olvidar así nada más que este es el mismo tipo que ha aceptado y validado a los supremacistas blancos solo porque decidió adjudicarse el descenso constante de los índices de desempleo de los afroestadounidenses, patrón que ha existido desde hace varios años.
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Las mujeres no van a creer, de repente, que Trump es feminista porque anoche se contuvo y no avergonzó a las gordas, además de que mencionó al permiso familiar con goce de sueldo.
El pueblo estadounidense es más inteligente. Ningún discurso, ni siquiera el informe de gobierno, puede eliminar ese "sentimiento molesto, profundo, sin importar cuál sea tu ideología política, de que esto no está bien. Nosotros no somos así", como dijo el legislador Joe Kennedy en la respuesta de los demócratas.
Entonces ¿en dónde quedamos? Primero, hay que cuestionar si el informe de gobierno sigue teniendo importancia en la presidencia de Trump… y esperar el próximo tuit que no dejará dudas de que el momento de ser optimistas y cooperar terminó oficialmente.
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