OPINIÓN: ¿Cómo lograr un equilibrio entre mi familia y mi actividad empresarial?
Nota del editor: Ivette de Jacobis es experta en resultados con Bienestar Personal. Síguela en su cuenta de Facebook ivettedejacobisv y Twitter @IvettedeJV . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
(Expansión) – Me costó un cierto tiempo darme cuenta de la creencia generalizada de que es muy difícil conciliar los constantes retos profesionales y empresariales con mi vida familiar y personal; me mantenía en una especie de éxito con sabor a desencanto. Todo parecía indicar que si lo que estaba buscando era el éxito profesional y empresarial era válido desatender los asuntos familiares.
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Era paradójico porque por un lado me decía que mi motor para el éxito eran precisamente ellos, mi familia; sin embargo, era justamente lo que más sacrificaba. Mi energía y mi enfoque estaban dedicados casi por completo a la empresa. Me dedicaba a resolver las constantes demandas y conflictos en la empresa, incluyendo entre otras cosas, largas jornadas de trabajo, llamadas a todas horas y constantes reuniones. Como resultado de esto vivía agotada y estresada. Literalmente no me quedaba combustible para lo que decía ser mi motor.
Si te permites hacer una reflexión honesta, cuando en tu vida familiar y personal no estás bien, aunque puedas saborear las mieles del éxito profesional y empresarial, hay un constante sinsabor, el cual no entiendes. Es como una sensación de que te falta algo. Hay que tener cuidado, porque muchas personas creen que esta sensación proviene de que les falta lograr más y más en el ámbito profesional, y se vuelve un círculo vicioso.
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Así que, no le busques más. Para los seres humanos la familia genera bienestar personal, lo cual es una necesidad primordial para poder funcionar con salud mental, emocional y física.
Pero ¿qué hacer para poder manejar los requerimientos empresariales, de tal manera que también tengamos tiempo y energía para nuestra familia?
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Cuando yo me hice esta pregunta, me di cuenta de que necesitaba revisar mi rutina laboral porque había algunas actividades que se habían convertido en pésimos hábitos que me hacían improductiva y generaban tal cantidad de estrés, que me parecía cuesta arriba tener más tiempo y convivir e interesarme genuinamente por otra cosa que no fuera mi trabajo.
De los hábitos que modifiqué aquí te comparto los dos que fueron un gran comienzo para reducir el estrés, ser más productiva en mi trabajo y dejar de estar ocupada, derivado de ello, tener un sano equilibrio entre mi familia y mi actividad empresarial.
Respeta tus planes de trabajo
Aunque tengas un plan de trabajo con prioridades, agenda y horarios bien establecidos que te permitan cumplir, ser productivo y alcanzar tus objetivos, sucede que al final del día no hiciste ni la mitad de lo planeado, necesitas más tiempo, te estresas y ya no tienes energía para lo demás. Para empezar, enfócate en lo siguiente:
1) Disciplínate para cumplir con lo establecido y nos distraerte con cosas que no están marcadas en tu plan.
2) Comunica a tu equipo de trabajo tus horarios disponibles y, a no ser que sea una real emergencia, no atiendas lo que no está dentro de tu plan del día. Para esto, considera un margen de tiempo de 30 minutos antes de comer, y 30 minutos antes de salir, los cuales podrás destinar a los imprevistos, pero no más.
3) Configura una alarma en tu celular que te indique todos los días que es tiempo de ir a casa a hacer algo con la familia.
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Juntas efectivas
Generalmente, las juntas son una verdadera pérdida de tiempo porque no tienen un objetivo definido, se habla de todo, no se soluciona nada y pueden tomar más del doble del tiempo establecido. Además de salirte de lo que estableciste en tu plan, esta ineficacia en las juntas te genera un gran estrés por tener la sensación de no estar resolviendo y no estar en camino hacia el logro de los objetivos.
1) Define un objetivo y un horario para la junta
2) Define al responsable de asegurar que la junta cumpla con el objetivo y el tiempo establecido.
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Puede ser de ayuda programar una alarma 15 minutos antes de terminar para, en caso necesario, retomar el enfoque y cumplir con el objetivo de la junta.
Si empiezas con optimizar estas dos actividades de tu rutina laboral, te aseguro que serás más productivo, tendrás más tiempo, estarás más despejado mentalmente y tendrás otra calidad en tus emociones. Todo estos son aspectos que te ayudarán a estar al 100 cuando estés con tu familia, es decir, tendrás energía y entusiasmo para escucharlos, para interesarte genuinamente por sus vidas y para compartir la tuya con ellos.
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Recuerda que como personas necesitamos generar bienestar en los diferentes aspectos que conforman nuestra vida. Toma acción, haz que tus relaciones familiares y tu desarrollo profesional y empresarial estén en equilibrio para que contribuyan a que tener una vida con genuina plenitud y satisfacción.
Hasta la próxima.