OPINIÓN: La astucia de Kim Jong Un llevaría al mundo por un camino peligroso
Nota del editor: Jonathan Cristol es investigador del World Policy Institute y del programa de investigación Levermore de la Universidad Adelphi, Estados Unidos. Síguelo en Twitter como @jonathancristol . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(CNN) — El martes 27 de marzo, los observadores se sorprendieron con la noticia de que el presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un, había hecho el viaje de 24 horas a Beijing a bordo de su tren blindado para reunirse con el presidente de China, Xi Jinping. Aunque Kim fue a la escuela en Suiza cuando era niño, este fue su primer viaje al extranjero desde que se volvió el líder de Corea del Norte, en 2011.
El contexto de la visita es importante: en unas cuantas semanas, Kim se reunirá por primera vez con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in . Poco después, hablará con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump en la primera reunión cara a cara de los líderes de ambos países.
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Esta reunión tendrá lugar poco después de que tanto Kim como Xi consolidaran su poder en casa: Xi abolió los límites a la duración del mandato presidencial , con lo que prácticamente se volvió presidente vitalicio; Kim se consolida a través del desarrollo probablemente exitoso de un disuasivo nuclear.
Corea del Norte le ha dado dolores de cabeza a China en años recientes. Al gobierno chino le preocupa que las provocaciones norcoreanas reactiven las hostilidades con Corea del Sur y Estados Unidos. Como Corea del Norte depende cada vez menos de la protección de China, el programa nuclear norcoreano reduce la influencia de China en la política norcoreana. Sin embargo, Corea del Norte tiene pocos amigos y sería una falta de respeto reunirse con sus enemigos formales —la guerra de Corea no ha terminado formalmente— antes de reunirse con su aliado formal.
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La agencia noticiosa estatal norcoreana, KCNA, reportó que Kim aclamó a Xi: "Es pertinente que mi primer viaje al extranjero sea a la capital de China y es mi responsabilidad considerar que las relaciones constantes entre Corea del Norte y China son tan valiosas como la vida".
Es posible que el propósito de esta visita sea nada más demostrarle a Corea del Sur y a Estados Unidos que China y Corea del Norte siguen siendo amigos y que no hay que ignorar las inquietudes de China en las negociaciones subsiguientes. Sin embargo, es más probable que se trate de una estrategia astuta de parte de Kim Jong Un.
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La agencia noticiosa china Xinhua reportó que Kim le dijo a Xi: "El compromiso con la desnuclearización de la península es nuestra postura constante". Esta parece una declaración importante porque le mostrará a Trump que la desnuclearización está abierta a negociación —con lo que será menos probable que Estados Unidos encuentre una excusa para abandonar las negociaciones— y reducirá las probabilidades de que Kim se retracte con Moon o Trump, lo que sería una falta de respeto a Xi.
Por desgracia, estas cosas nunca son tan simples. Es poco probable que al decir "desnuclearización de la península", Kim se refiera al desarme unilateral de Corea del Norte, cosa que Kim seguramente nunca aceptará.
Kim agregó que "el tema de la desnuclearización de la península coreana se puede resolver si Corea del Sur y Estados Unidos responden a nuestros esfuerzos con buena voluntad, si crean una atmósfera de paz y estabilidad al tiempo que toman medidas progresivas y sincrónicas para la consolidación de la paz". Esta declaración bien podría significar que Kim interpreta la "desnuclearización de la península" como el retiro del escudo nuclear estadounidense y tal vez también el retiro de las fuerzas estadounidenses.
No cabe duda de que Kim está consciente de las muchas ocasiones en las que Trump, a lo largo de los años, ha denigrado la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur. Se ha quejado de que Corea del Sur no le paga a Estados Unidos lo suficiente por la protección y que el gobierno surcoreano se aprovecha de Estados Unidos. Es posible que para Kim esta sea una oportunidad para lograr que Trump acceda a retirar las fuerzas estadounidenses en Corea de forma tal que pueda adjudicarse una victoria importante. Aunque Trump pueda adjudicarse la victoria, los verdaderos ganadores serían Corea del Norte y China.
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Esta estrategia es astuta, pero no carece de riesgos. Kim no tiene razones para confiar en Estados Unidos. Después de todo, sabe lo que pasó en Libia y Ucrania. Sin embargo, tal vez crea que es un blanco fácil porque desea "ganar" y por su profundo desprecio por las alianzas de Estados Unidos y su profundo desconocimiento de la región.
No obstante, con la designación de John Bolton como nuevo asesor de seguridad nacional (cuyo objetivo no es solamente la desnuclearización, sino el cambio de régimen) y las amenazas de "fuego y furia" de Trump , podría ser que el gobierno estadounidense esté buscando el fracaso y una excusa para la guerra. Atrapado en medio de todo está Moon, quien necesita evitar una guerra innecesaria y un retiro desestabilizador… y hacerlo sin alienar a China ni antagonizar con Trump.
El auditorio ya está alquilado, la orquesta lista. En cuestión de semanas, sabremos si los participantes pueden bailar juntos.
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