OPINIÓN: Un gremio centralizado

Nota del editor: Eduardo Yglesias es Licenciado en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y actualmente es Gerente de Estrategia de GBMfondos . Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.

(Expansión) – Hoy por hoy nuestro poder como consumidor es tan grande que la mayoría de las empresas están concentrando gran parte de sus esfuerzos no solo en la innovación de nuevos y mejores productos o servicios, sino también en fortalecer nuestra experiencia como usuarios.

Este empoderamiento se lo debemos en gran medida a la tecnología, ya que gracias a ella nuestra opinión puede ser escuchada por millones de personas, además de ser un gran catalizador para que nuevas empresas surjan.

Estas dos condiciones mencionadas, una alta valoración a los comentarios y opiniones de usuarios imparciales y un mercado cada vez más competido por nuevos participantes, han propiciado un cambio en nuestros hábitos de consumo. En la actualidad, antes de consumir un nuevo producto o servicio buscamos referencias de otros usuarios y si los comentarios nos complacen, probablemente le demos una oportunidad a la empresa en cuestión.

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Estos comentarios no solo son para validar el producto o servicio que ofrece la empresa, sino para también cerciorarnos de que nuestra experiencia como posibles usuarios será igualmente positiva. De tal manera, que si una empresa tiene mala reputación en cuestiones de calidad de servicio, difícilmente un prospecto que tenga esta información le dará la oportunidad a la empresa.

Desafortunadamente no todos los sectores se comportan igual y tal parece muchos de ellos aún son un tanto vulnerables a las malas reseñas de sus usuarios y a ofrecer en general un servicio que deja mucho que desear; tal es el caso de los bancos en México.

Los bancos ofrecen una oferta de productos tan amplia que probablemente esto sea una razón más que deteriora un tanto el servicio. Ofrecen desde cuentas bancarias, tarjetas de crédito, líneas de crédito para cualquier objetivo (hipotecario, empresarial y personal, entre otros), seguros y productos de inversión y todos ellos normalmente son ofrecidos por un mismo ejecutivo, es decir, en la mayoría de los casos no existe una especialización por tipos de producto.

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Un ejemplo concreto de lo anterior son los fondos de inversión. Los fondos son un vehículo de inversión que únicamente pueden ser creados por empresas denominadas Operadoras de fondos de inversión. Casi todos los bancos cuentan con una filial del mismo grupo de esta naturaleza para gestionar y promocionar sus propios fondos. Sin embargo, también existen Operadoras que no cuentan con la parte bancaria, convencionalmente conocidas como Operadoras independientes.

Hoy por el gremio de Operadoras de fondos de inversión en México está compuesto por 33 jugadores, de los cuales aproximadamente el 46% de ellas pertenecen a bancos de primer piso y el 54% son grupos independientes. A pesar de estas cifras los recursos administrados en fondos de inversión obedecen a una distribución totalmente distinta, 87% están en manos de los bancos y tan sólo el 13% en independientes.

Es más, el 52% del total de activos está concentrado en tan solo 3 jugadores, lo cual evidencia que los bancos son los grandes administradores de los recursos invertidos en fondos de inversión y no necesariamente es una consecuencia de servicio o producto.

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Los bancos no gozan precisamente de la mejor reputación en cuanto a servicio se refiere y creo que casi todos hemos sido testigos de ello. Simplemente querer una consulta telefónica es todo un tema. El servicio es impersonal y muchas veces no muy profundo como lo amerita el cuidado patrimonial.

Entonces, ¿por qué todavía premiamos al banco con nuestras inversiones si existen más jugadores? Probablemente sea la comodidad de centralizar todos nuestros servicios financieros en una sola entidad, seguido de la venta cruzada de productos, la cual es aspirar a un mejor producto o servicio condicionado a otro.

Antes de comenzar a invertir en un fondo de inversión ejerzamos nuestro poder como consumidor como en muchas otras ocasiones lo hacemos. Investiguemos quién es la empresa que brinda el mejor servicio y producto de acuerdo con nuestras expectativas y evitemos que, con tal de tomar una decisión sencilla o cómoda, no recibamos un servicio de calidad que potencialice nuestros recursos.

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