OPINIÓN: ¿Cómo puede una empresa subirse a la tendencia socioambiental?
Nota del editor: Mónica De Salazar es comunicadora con habilidades en diseño de estrategia y planeación, especializada en gestión de procesos para optimización de procesos para equipos de trabajo, exploración y análisis de datos para innovación y mejora de productos y servicios, y facilitadora certificada en Creative Problem Solving. Actualmente colabora como docente en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), así como en la Universidad del Medio Ambiente con talleres en la misma línea de contenido. Síguela en su red social. Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de la autora.
(Expansión) – A partir de la Revolución Industrial, los negocios se han enfocado en la producción masiva con cada vez mayores márgenes de ganancias en función de la explotación de recursos (incluyendo los humanos). Se trate de productos materiales o servicios, los objetivos usualmente recaen en ganar más.
Recordemos la perspectiva de la negociación donde ganar no debería significar que alguien (o algo) pierda. Desde este punto de vista, la relevancia de negocios en un estilo exclusivamente capitalista orientado a generar más dinero a costa de la explotación está perdiendo terreno. Hoy el enfoque está migrando hacia lo socioambiental.
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Muchos empresarios muestran resistencia a los cambios que la necesidad socioambiental implica. Entre ellos toman relevancia la responsabilidad a nivel social para construir relaciones más virtuosas entre los trabajadores y procurar que el valor de la empresas (junto con sus productos y servicios) tengan impacto positivo a nivel social más allá de sus empleados y colaboradores. Asimismo, destaca la responsabilidad con el medio ambiente desde la visión de que no es posible mantener un negocio si los recursos se acaban o se dañan, además de hacerse visible que el consumo de agua, generación de basura, uso de energéticos contaminantes y otros efectos desfavorables de la gestión empresarial y productiva, también se convierten en detrimentos para la sociedad y el planeta en general.
En la visión tradicional, el reto se centraba en responder una pregunta: ¿Cómo podemos generar más ganancias?; mientras que hoy la pregunta se hace más compleja: ¿Cómo podemos generar más ganancias, al mismo tiempo que aportamos valor a la sociedad y ayudamos a la conservación y regeneración de los recursos naturales?
Está claro que es más sencillo (aunque no por ello fácil) atender un reto con menos variables, por lo que encontrarse con el predicamento de hacer negocios con varias salidas de beneficios (monetario, social y ambiental) puede generar resistencias.
¿Por qué tendría yo que complicarme más si lo que ya hago funciona?, es el tipo de pensamiento de más de un empresario cuyo negocio ha funcionado en los últimos años. La respuesta puede sonar pesimista, pero de acuerdo al seguimiento de tendencias sociales y sobre recursos naturales, el modelo de negocios tradicionales ya no es sostenible y esto significa que el enfoque debe evolucionar, para que sea un ganar-ganar para las empresas, sociedad y medio ambiente.
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¿Y cómo puede una empresa subirse a la tendencia socioambiental? Depende de su etapa de desarrollo, donde:
Nuevos emprendimientos: Tienen todo un terreno por explorar y diseñar productos y servicios con el triple enfoque (rentabilidad, valor social y sostenibilidad/regeneración de recursos naturales). El peligro al que se enfrentan es no lograr ser un modelo lo suficientemente bien integrado como para hacer notar su Propuesta Única de Valor.
También en ocasiones este tipo de emprendimientos se enfrentan con la evaluación o participación de mentores o inversionistas más enfocados al modelo 100% capitalista, donde no encuentran tanto valor en repartir los esfuerzos en tareas que no siempre se convierten en retornos económicos directos. Sin embargo, es conveniente mencionar que hoy muchos negocios tienen valor no solo por lo que venden materialmente, sino por la reputación que logran construir y el hecho de que su valor vaya más allá del producto o servicio específico.
Negocios activos: Más allá del tiempo que lleven funcionando y vendiendo sus productos y servicios, siempre pueden beneficiarse de añadir componentes de valor a su oferta actual. En más de una ocasión tienen resistencia a hacer modificaciones a su esquema actual, particularmente cuando el mismo “ya funciona”, pero definitivamente pueden beneficiarse al iniciar un proceso de transformación, añadiendo características socioambientales a sus procesos internos y hacia el exterior de la empresa.
Negocios con necesidad de renovación: De la misma manera que en el caso de nuevos emprendimientos, con cierta frecuencia negocios en etapa de “renovarse o morir”, pueden aprovechar las características socioambientales para dar un giro positivo a su oferta de valor integral. En este caso, la transición puede hacerse por fases luego de haber localizado los puntos más apremiantes de innovarse, en los que pueden integrarse de manera orgánica componentes socioambientales, al mismo tiempo que pueden localizarse aquellos procesos que requieren completa reconstitución para replantearlos considerando dichos elementos.
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Si hace falta tener ejemplos sobre el impacto benéfico que tiene un modelo de negocios socioambiental, basta con mirar a las empresas que son más exitosas actualmente a nivel global, las cuales por lo general, además de lograr ganancias importantes, también tienen programas de desarrollo para sus colaboradores y tienen conciencia ambiental, ya sea en su manera de energizarse o en cuanto a los recursos naturales que utilizan para su producción.
¿Estás iniciando un negocio o buscando nuevas oportunidades para llevarlo más lejos? Mira las tendencias, generar valor socioambiental será parte de las necesidades de todos los negocios en los próximos años.
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