OPINIÓN: El dinero, como el agua, también debe ahorrarse

Nota del editor: Iván Barona estudió Administración y Finanzas en la Universidad Panamericana. Comenzó su carrera en GBM en 2004 como analista de vivienda e infraestructura para posteriormente fungir como Estratega México. En 2012 ocupó el cargo de Director de GBMhomebroker y actualmente encabeza el área de Business Intelligence de GBM. Es profesor por asignatura en la UP y Lead Mentor en Collective Academy. Encuéntralo en Twitter como @IvanBarona.

(Expansión) - Noviembre recibió a los capitalinos con un cierre programado del suministro de agua para realizar obras de mantenimiento. Aunque la medida se extendió en algunas zonas de la ciudad la medida por unos días más, en otras zonas la regularización de los servicios se llevó a cabo conforme a lo planeado.

¿Y esto qué tiene que ver con finanzas, ahorro o retiro? Les platicaré un poco de mi experiencia:

Un día antes del cierre de agua anunciado me disponía a tomar un baño cuando me percaté de que mi esposa había llenado varias tinas de agua como medida de prevención. Me surgieron algunas dudas: ¿Cuánta agua cabe en una tina?, ¿tres garrafones serán suficientes para el abasto de una familia de cinco integrantes?, ¿cuánto tiempo durará esta agua?

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Ya era tarde para responder esas preguntas sobre la necesidad del agua como un bien escaso y necesario, pues dejaría de existir un flujo constante. Mi familia y yo seguiríamos necesitándola porque teníamos una cantidad finita de agua para utilizar.

Ahora bien, cuando una persona se retira el flujo de ingresos por concepto de sueldos y salarios deja de llegar. Se ve en la necesidad de subsistir con el patrimonio acumulado, que debe ser suficiente para mantener un nivel de vida digno hasta el final de sus días.

Es importante destacar que, a diferencia del agua en mi bañera, el patrimonio acumulado podrá seguir generando rendimientos, y hasta flujos vía dividendos.

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A pesar de que el tiempo ya estaba encima, valía la pena determinar cuánta agua teníamos. Nuestro tinaco almacenó 1,100 litros; cada tina, unos 130 litros de agua; contábamos con otros 40 litros en un par de botes; y las necesidades de consumo y cocina serían cubiertas por tres garrafones de 20 litros cada uno. Toda esta agua sumaba alrededor de 1,400 litros, pero ¿era suficiente?

Si asumimos que cada persona usa una cubeta de 15 litros para bañarse y sumamos 30 litros por persona para usos diversos alcanzamos necesidades por 105 litros por día. Consideremos otros 30 litros diarios para limpieza general y llegamos a 135 litros. Ante un desabasto podíamos haber subsistido por poco más de 10 días a ese ritmo.

Estábamos cubiertos y holgados en un 50%, contra un estimado de siete días sin flujo de agua. No estábamos considerando el costo de oportunidad de almacenar de más y teníamos la opción para adquirir más garrafones en caso extremo.

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¿Y mi retiro?

Con el agua determiné la duración de mis reservas con base en lo que ya había almacenado. Para el retiro es distinto, la idea es definir el tamaño de “la tina” y un plan de acción para llenarla, considerando las necesidades de “agua” futuras por un tiempo determinado.

Las reglas apuntan a que una persona necesitará un 70% de su último ingreso para el retiro, suponiendo menores obligaciones. Actualmente hay quienes aseguran que –en Estados Unidos, por ejemplo- este porcentaje es incluso mayor debido a los costos en salud y diversión.

De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, aproximadamente el 52% de los mexicanos entre 18 y 70 años no contaba con una cuenta para el retiro.

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Estas preguntas suelen generar ansiedad en muchas personas, e incomodidad, pero la realidad es que evadirlas no las hará desaparecer. Se necesita pensar y planear estas cuestiones para poder actuar en consecuencia.

Ya existen opciones –más allá de las Afores- para que los mexicanos puedan prever su retiro, comenzando cuanto antes. Recuerda que gracias al interés compuesto, una estrategia de inversión redundará en mejores resultados a mayor plazo.

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