OPINIÓN: Cómo calcular el retorno de inversión de la ergonomía
Nota del editor: Alberto Elizondo, cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector de espacios de trabajo eficientes. Se unió a Humanscale en 2009, convencido de que la industria de muebles de oficina tienen un crecimiento ilimitado. Actualmente es Director General de Humanscale para América Latina y El Caribe, donde hace promoción activa de la salud y la economía a través de la ergonomía. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) – El mundo empresarial cada vez exige mayor competitividad en todos los aspectos posibles. Sin embargo, hay elementos fundamentales que los directivos de finanzas cuestionan porque no tienen una justificación clara en el beneficio para la organización. Ese fue el caso de la ergonomía que hasta hace poco aún encontraba resistencia para incluirla en las estrategias de crecimiento organizacional.
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Afortunadamente, hoy contamos con métricas claras para los proyectos de ergonomía laboral que incluyen el volumen del negocio, el ausentismo, la moral y el nivel de satisfacción de los empleados. Nadie duda de que el diseño mejorado de las estaciones de trabajo reducen los niveles de incomodidad y aumentan el rendimiento de los colaboradores, quienes se muestran más sanos y con menos probabilidades de desarrollar lesiones debilitantes, disminuyendo la necesidad de tratamientos médicos y sus respectivos costos. Pero el desafío sigue siendo la demostración del valor de la ergonomía más allá de la salud y la seguridad.
El estudio “A comparison of workplace safety perceptions among financial decision-makers of medium- vs. large-size companies”, realizado por Sarah DeArmond y Yueng-Hsiang Huang, muestra la postura de 231 ejecutivos y gerentes financieros con respecto a las inversiones de seguridad en el lugar de trabajo. En general, tenían la percepción de que por cada dólar gastado en costos directos derivados de una lesión, se gastan 2.12 dólares adicionales en costos indirectos.
Al cuantificar la relación entre ergonomía y productividad encontraron que el rendimiento promedio percibido de la inversión es de 4.41 por dólar. En consecuencia, 87% de los líderes de negocios encuestados reconoce que las inversiones en salud y seguridad generan rendimientos positivos y por lo tanto están más dispuestos a apoyar este tipo de programas.
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A lo largo de las últimas décadas, la comunidad de investigación en ergonomía ha podido establecer dos tipos de costos a considerar al calcular el retorno de la inversión:
Los costos directos. Son los gastos que se hacen para atender una lesión o incomodidad, especialmente la compensación del trabajador y los costos adicionales de atención médica.
Los costos indirectos. Incluyen el aumento de las primas de seguro debido a las incidencias atendidas, la pérdida de productividad, el tiempo administrativo después de los accidentes, cambio y capacitación de personal, y costos de reemplazo de materiales, herramientas y propiedades dañados.
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Los costos indirectos pueden tener repercusiones financieras drásticas y con frecuencia superan los costos directos en una proporción de más de tres a uno. Ronald Loeppke, presidente del Colegio Americano de Medicina Ocupacional y Ambiental, en su estudio “Health and Productivity as a Business Strategy“, encontró que los costos médicos, de farmacia, de ausentismo y de presentismo con dolor de espalda/cuello y fatiga son mucho más costosos de lo que pensaban inicialmente los empleadores.
De acuerdo con el National Business Group on Health, implementar un enfoque organizacional para la salud y el bienestar tiene un impacto financiero a largo plazo. Eliminar o controlar las lesiones por movimientos repetitivos le ahorra a una compañía hasta 27,700 dólares por caso. Las empresas con programas de salud y productividad pueden reducir los días de incapacidad entre 10% y 35%, mejorando las tasas de retorno al trabajo (RTW) en al menos 6% y un retorno de inversión (ROI) de 3 a 15 veces por dólar gastado. En un plazo de seis meses, las empresas pueden experimentar un mejor aprovechamiento del tiempo y menores tasas de ausentismo.
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Micky P. Kerr, investigador de la Universidad de Leeds, desarrolló una “herramienta probabilística” que crea rangos financieros y probabilidades de resultados y costos ahorrados. También hay una serie de calculadoras de ROI de ergonomía en línea de acceso público. Entre ellos se encuentra el “ROI Estimator” de la Universidad de Cornell, que utiliza datos de salarios y ganancias de productividad anticipadas para calcular el ROI.
La implementación de proyectos de ergonomía siempre ha brindado beneficios para las empresas. La ventaja es que ahora no solo nos podemos basar en el bienestar de los colaboradores, sino que también hay indicadores claros del beneficio económico, permitiendo una alineación total con los objetivos empresariales.
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